Abre un centro de asistencia a prostitutas en el Guadalhorce

Combatir la prostitución, pero desde dentro y con un poco de aliento. Ésta es la filosofía de la asociación Mujer Emancipada que esta semana ha puesto en marcha, con la ayuda del Ayuntamiento y la Delegación provincial de Igualdad y Bienestar Social, un centro de asistencia a prostitutas en el polígono Guadalhorce, pulmón del tráfico sexual en la capital, con "varios centenares de mujeres que ejercen la prostitución a diario".

La potente zona industrial convive cada día con una cortina de sordidez que se destapa en una sola visita: proxenetas, pervertidos, perturbados, niñas desnudas, luchas feroces que se disputan por nacionalidades para hacerse con el control de las vías más frecuentadas, mafias que amenazan, extorsionan y explotan sin escrúpulos.

Ahora, la asociación pretende ofrecer a las mujeres un colchón y herramientas para que, si lo deciden, puedan abandonar la calle.

En uno de los módulos, instalados en la calle Herman Hesse del polígono, las mujeres podrán beber y comer algo, además de surtirse de preservativos. En esta instalación se organizarán talleres sobre lengua española, prevención del VIH o educación de género. En el módulo contiguo, las mujeres tendrán asistencia psicológica, social y sanitaria.

En los primeros tres días que el centro lleva abierto han pasado por él unas 70 mujeres que, de momento, "nos están tanteando porque tienen un poco de miedo", explica la coordinadora María José Moreno. Ésta advierte que las mujeres tienen "una gran necesidad de hablar". Y cuentan sus problemas con el proxeneta, sus conflictos entre ellas por el dominio de las calles... Poco dicen de las mafias que las explotan.

La concejala de Bienestar Social, Mariví Romero, expuso que, además de la vigilancia de la Policía Nacional, el Ayuntamiento estudia la posibilidad de contratar seguridad privada si los trabajadores del centro tuvieran algún problema con los proxenetas.

El centro, de momento, sólo abre de cinco de la tarde a nueve de la noche.