Una empleada de hogar ha sido absuelta por la Audiencia Provincial de Málaga de un delito de estafa y apropiación indebida a una mujer que empezó a cuidar a los 84 años y con la que estuvo conviviendo 5 años para prestarle todo tipo de asistencia y atención.

La acusada y la anciana se conocían desde hacía años y, el 13 de octubre de 2009, la contrató para que le prestara toda la asistencia y atención que precisara debido a su avanzada edad, con un salario de 800 euros, según la sentencia, a la que ha tenido acceso EFE.

Dos años más tarde, le fijó el salario en 1.800 euros y como consecuencia de sus dificultades deambulatorias y su edad, la autorizó en sus cuentas bancarias.

Ha quedado acreditado que retiró en efectivo diversas cantidades de dinero en la entidad bancaria que ascendían a 4.400 euros, pero que en cada apunte la acusada hizo constar para qué era, una lavadora, una reja para la puerta, obras de adaptación para minusválido así como materiales para adaptar el baño a sus necesidades.

También entre mayo de 2010 y abril de 2014 la acusada retiró en efectivo de las cuentas de la anciana cantidades por un importe total de 27.577,29 euros aunque para la Sala no consta que lo destinara para su propio beneficio ya que le compraba todo lo necesario y "procuraba que recibiera todos los cuidados que precisara".

El Tribunal destaca que dicho dinero fue retirado a lo largo de cuatro años y que la acusada le compraba los alimentos, productos de higiene personal y de limpieza para la casa, ropa, medicinas así como todos los productos que no pudiera prestarle personalmente ella, como los sanitarios.

Empleados de las entidades bancarias declararon en el juicio que efectivamente la anciana autorizó a la acusada y que ésta no podía siempre desplazarse por su edad y su estado físico.

También comparecieron diversos testigos, vecinos y amigos que aseguraron que desde que la acusada se hizo cargo de su cuidado la anciana salía de paseo, a comer los domingos, además de excursiones y vacaciones.

Los magistrados consideran que la mujer estaba "cuidada y aseada y que no le faltaba de nada, lo cual evidentemente implica un gasto".

Durante el juicio, la acusación particular acusó a la encausada de engañar a la víctima con la subida de sueldo por abuso de confianza, extremo que tampoco comparten los magistrados al entender que el estado mental de la mujer cuando se hizo el contrato era bueno.

Respecto a las venta de activos y productos financieros, el Tribunal también considera que se hicieron a instancias de la anciana "pues los ingresos por sus pensiones eran a todas luces insuficientes para abonar el salario de su empleada".

La Fiscalía malagueña había solicitado cinco años de prisión para la acusada por un delito continuado de apropiación indebida, mientras que la acusación particular elevó su petición a 16 años de prisión al considerar que también cometió estafa.