El entorno de la Catedral, ya reurbanizado, y del mercado de Atarazanas, actualmente en fase de intervención, quedarán salvaguardados de una ocupación excesiva de mesas y sillas de establecimientos de hostelería. Así lo acordó ayer por unanimidad la Comisión de Ordenación del Territorio, que respaldó una moción puesta sobre la mesa por el grupo del PSOE. En la misma, de manera taxativa, los socialistas instaban al equipo de gobierno del PP a proteger ambos escenarios urbanos de un uso "invasivo" por parte de la hostelería, al tiempo que exigía al Ejecutivo encabezado por Francisco de la Torre al "efectivo cumplimiento" de las ordenanzas de ocupación de vía pública.

La propuesta contó con el apoyo inmediato del concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, cuyo ente ha formulado una serie de sugerencias en el proceso ya abierto de revisión de la actual normativa. Una de las propuestas de mayor calado tiene que ver con impedir que las calles de tres metros o menos carezcan de mesas y sillas. "Hay riesgo de saturación en el centro", dijo el concejal de Ciudadanos, Alejandro Carballo, quien destacó que en el Ayuntamiento se tiene "la mala costumbre" de no aplicar las ordenanzas. "Podría incluso plantearse un análisis calle por calle, no una ordenanza de trazo grueso", añadió. Por su parte, Ysabel Torralbo, de Málaga Ahora, dijo celebrar las recomendaciones de Urbanismo a la revisión de la ordenanza de vía pública, al tiempo que denunció "una privatización excesiva del espacio público".

De otro lado, la oposición sí sacó adelante la demanda de una especie de moratoria para evitar el derribo de edificios históricos, a excepción de aquellos en los que pesen razones de seguridad. "Si no detenemos el expolio nos quedaremos sin centro", dijo el portavoz de Málaga para la Gente, Eduardo Zorrilla, quien llegó a cifrar en más de 300 los inmuebles demolidos desde 2005.