Acuerdo, sí; pero con aristas

La reclamación del alcalde de rebajar la aportación a la explotación se asoma como el principal asunto de discusión Ni en Sevilla ni en Granada la Junta ha variado los porcentajes municipales

Francisco de la Torre, el martes, a su llegada a la reunión.
Francisco de la Torre, el martes, a su llegada a la reunión.
Sebastián Sánchez Málaga

13 de noviembre 2013 - 01:00

Está demostrado. Todo gran hito en el Metro de Málaga tiene segunda, tercera y hasta cuarta parte. Al más fiel estilo de una serie de televisión, la secuencia del ferrocarril urbano necesita de múltiples secuencias, repeticiones y cambios de guión sobre la marcha. Y el acuerdo alcanzado en la noche del pasado lunes no es una excepción. La literatura del protocolo de intenciones suscrito por el alcalde, Francisco de la Torre, y el director general de Movilidad de la Junta, José Luis Ordóñez, que libera de ataduras el proyecto, oculta una letra pequeña cuyo valor es incuestionable. Un mensaje aún por cerrar en las negociaciones que los socios públicos deberán mantener en los próximos meses, antes de que los trenes echen a andar y que deberán servir para cerrar las fisuras todavía existentes sobre la financiación de la obra, de un lado, y de la explotación, de otro.

"Se trata de cuestiones de gran importancia", admitía ayer una fuente próxima a la Administración regional, que admite la existencia de un camino aún por recorrer entre las dos partes. Bien es cierto que, al menos en la apariencia, el inicio de esta andadura se produce con una predisposición al acuerdo, sintonía que no siempre han mantenido el Ayuntamiento y la Junta en los ya más de diez años de singladura del Metro. De las dos aristas aún por pulir se antoja de mayor envergadura la vinculada con los costes de funcionamiento y subvención del billete.

En este punto, la posición municipal es contundente, en la senda de rebajar de manera considerable a lo que hoy por hoy está obligado el Ayuntamiento. De la Torre quiere una fórmula "sostenible" para las delicadas arcas municipales, que dé respuesta a la más que previsible merma de viajeros que sufrirá la Empresa Malagueña de Transportes (EMT), lo que se traducirá en un aumento de la partida presupuestaria que cada año se transfiere a esta sociedad, con unos 20 millones de media, y que tenga en cuenta el nulo protagonismo del Consistorio en los cambios introducidos en la infraestructura, cuyos efectos se han dejado sentir de manera considerable en el coste actual de la obra.

Tan es así, que el regidor trató en la maratoniana reunión introducir esta cuestión en el protocolo de intenciones, que habrá de formalizarse en una addenda al convenio de colaboración de 2003. Lo hizo con ahínco, si bien la posición de la Consejería de Fomento fue firme en el sentido contrario, al entender que se trata de una cuestión a resolver en un foro distinto, la comisión de seguimiento del Metro, y una vez estén cerrados todos los datos vinculados, fundamentalmente, con la tarifa técnica.

El deseo de De la Torre es el de mantener, al menos, como cifra de partida los 1,97 euros que contemplaba la tarifa técnica del contrato de adjudicación, que data, cabe recordar, del año 2004 y cuando la infraestructura se estimaba en unos 403 millones de euros (a día de hoy se superan los 600 millones). Esta multiplicación de la inversión materializada se deja sentir en un aumento de la tarifa técnica, que puede alcanzar ya los 3 euros o superarlos. Sobre el particular no existe por el momento un dato cierto emitido por la Administración regional.

Con el dato apuntado por el alcalde como válido, la aportación municipal sería de unos 7 millones anuales, correspondiente al 25% de los costes de explotación, quedando el otro 75% en manos de la Junta. La cifra está por debajo de los números que más recientemente ha barajado la Consejería de Fomento como importe de la explotación, que sitúa en unos 40 millones de euros, de los cuales tendrían que ser abonados por el Consistorio unos 10 millones.

La resolución de este punto no parece vaya a ser sencilla, toda vez que en las otras ciudades con el Metro ya en funcionamiento o en proceso de construcción, caso de Sevilla y Granada, la Junta ha rechazado la posibilidad de modificar los porcentajes de participación en las aportaciones de mantenimiento y subvención al viajero. Y ello a pesar de la negativa de los respectivos ayuntamientos a participar en los términos pactados en el origen del proyecto. Se da la circunstancia de que al menos en la capital hispalense la disputa está inmersa en los tribunales, que habrán de resolver finalmente sobre el contencioso.

Más sencillo parece el acercamiento en lo que a los costes de infraestructura se refiere. Una vez asumido, y plasmado negro sobre blanco, el compromiso de Fomento de compensar la participación exigible al Ayuntamiento por los trabajos ya materializados en el Metro (factura que alcanza los 32 millones de euros) con obras de movilidad sostenible en el espacio urbano, no parece que vaya a haber demasiados reparos en que esa misma hoja de ruta se extienda a los tajos que aún quedar por ejecutar. Es decir, para los tramos de Callejones del Perchel, cuyo valor se va a disparar por encima de los 100 millones de euros; el tramo ya aceptado y desbloqueado en superficie hasta el entorno del Hospital Civil, que los técnicos autonómicos estiman en unos 20 millones, y la extensión del trazado soterrado desde el edificio de Correos hasta la mitad de la Alameda, presupuestado en 50 millones. Dado por cierto esta parte del pacto, fuentes autonómicos hicieron hincapié en la necesidad de analizar en detalle el listado de actuaciones que aporte el Ayuntamiento, al objeto de aplicar este criterio "no a cualquier obra", sino a aquellas que sean realmente de movilidad sostenible, con el fin de evitar cualquier sobresalto jurídico.

Todo ello pone de relieve que lo materializado en la noche del lunes tiene aún por delante una senda por recorrer, camino en el que pulir no pocos detalles para hacer pleno el siempre deseable acuerdo entre el Ayuntamiento y la Junta. Lo ocurrido tras mas de cinco horas de reunión ensalza la capacidad de ambas administraciones por encontrar en el entendimiento y el diálogo la herramienta para alcanzar acuerdos. Pero, al tiempo, pone en cuestión su incapacidad para no haber hallado esta vía antes en el tiempo.

En este sentido, el consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, José Sánchez Maldonado, confió ayer en que el alcalde cumpla con el acuerdo alcanzado y "dure más de 24 horas" . "Espero que este acuerdo dure más de 24 horas porque hasta ahora los acuerdos que se pueden tomar con el alcalde de Málaga no suelen durar mucho", según indicó Sánchez Maldonado. Por su parte, los portavoces de los grupos municipales de PSOE e IU en Málaga, María Gámez y Eduardo Zorrilla, respectivamente, aplaudieron que se desbloquee el futuro del Metro y celebraron que De la Torre haya vuelto a tener "sentido común" y vuelva "a la sensatez". El Metro ya está liberado de ataduras, se deja expedito para que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) abra el grifo por el que salgan los 46 millones de la última consignación de su financiación al Metro y que esta acción haga que la concesionaria culmine el largo proceso de selección y contratación del personal necesario para que los vecinos de Málaga puedan disfrutar de esta anhelada infraestructura. Queda por definir el día y la hora en la que los trenes se pongan en funcionamiento, algo que quizá ahora sí pueda ser realidad a lo largo del primer trimestre de 2014.

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