Ádivin Banderas, una empresa resiliente

Tras el levantamiento del Estado de Alarma el pasado 9 de mayo y con el relajamiento de las restricciones horarias y geográficas al desplazamiento estamos, poco a poco, recuperando nuestra vida cotidiana. Así, al igual que los ciudadanos volvemos a la normalidad, a una “nueva normalidad”, también muchas empresas y negocios están notando un aumento en su actividad económica.

Este el caso de Ádivin Banderas, dedicada a la fabricación de banderas y reclamos textiles publicitarios. La empresa malagueña hoy ve como las cifras de ventas mejoran, aunque tímidamente, tras un año complicado. La demanda de la mayor fábrica de banderas de Europa depende de actividades y eventos al aire libre por lo que auguraba, a principios de marzo del año pasado, los peores pronósticos ante paralización de acciones de street marketing. Especialmente porque es en mayo, con la llegada del buen tiempo cuando comienza su período de mayores ventas. Así fue. Una disminución drástica de ventas desde el segundo trimestre de 2020 obligó a la empresa a hacer severos ajustes y acogerse a un ERTE.A pesar de este revés Ádivin no ha sufrido tanto como otros competidores llegando algunos de ellos a rozar la quiebra. Esta resistencia ha sido posible a diversas causas.

En primer lugar, una diferenciación de la empresa es que mantiene una estructura empresarial muy ligera y flexible al ser 100% online con una escogida cartera de productos, pero en continua ampliación. Por todo lo anteriores que puede reducir costes y ofrecer precios bajos o envíos gratuitos.

En segundo lugar, trabaja exclusivamente para profesionales como publicistas, rotulistas, impresores gráficos, etc. La especialización le permite comprender a sus clientes que también acuciaban una aguda crisis por el estancamiento de actividades de promoción en el exterior. Para paliar los efectos de las restricciones a sus distribuidores Ádivin rebajó precios, activó promociones especiales, recomendó productos como pancartas balconeras de ánimo (ejemplos son las conocidas “De esta saldremos mejores” o “Todo va a salir bien”).Pero, sobre todo, es su capacidad para fabricar y entregar pedidos en 24 horas la diferencia que sus clientes necesitaban en esas circunstancias. Ante la incertidumbre provocada por la pandemia y las medidas gubernamentales que se tomaban de imprevisto los profesionales de la publicidad debían tener el material de un día para otro para eventos que se planificaban en muy corto plazo de tiempo.

Adicionalmente, para seguir satisfaciendo continuamente a su clientela la empresa no dejó de invertir en mejorar la experiencia de usuario en su página web y en el portal del distribuidor para hacer mucho más sencillo y ágil el proceso de compra. A pesar de que suponía un riesgo dado el escaso retorno de la inversión a corto plazo.

Por otro lado, a nivel nacional ha sido un año en el que no han dejado de sucederse manifestaciones y actos políticos que han demandado varios de los productos de la empresa como pancartas y banderas para manifestaciones y carpas. Carpas que también han sido solicitadas para puestos temporales con diversos usos como sanitarios, informativos, publicitarios, etc.

La estrategia de internacionalización ha sido un cuarto factor que también le ha ayudado a capear el temporal. Con presencia en toda Europa mientras un país estaba confinado otros relajaban sus restricciones y viceversa, por lo que el goteo de ventas ha sido continuo.

A pesar de todas las dificultades sufridas, Ádivin Banderas, gracias a su saber hacer, se ha convertido en una empresa resiliente que ha sabido salir fortalecida de una situación adversa. Tanto que encarando actualmente su temporada alta espera recuperar los niveles de facturación de 2019 e incluso superarlos.