La noria desmontable más alta de Europa, instalada en el Cortijo de Torres a pesar de vulnerar la normativa de seguridad aérea del aeropuerto de Málaga, se mantiene en pie y podrá funcionar durante la Feria de agosto. La estructura, de 65 metros (cifra que aumenta hasta los 87 sobre el nivel del mar), no será desmontada después de que el Ayuntamiento y la Agencia Estatal de Seguridad Área (Aesa), ente que días atrás informó de la necesidad de retirarla por el exceso de altura, hayan amoldado la normativa legal a la particular situación de la atracción, dejando inactivas las restricciones en materia de servidumbre aérea.

La solución supone alterar temporalmente y de forma "excepcional" la servidumbre de la zona, dado que la noria Mirador Princess supera en 22 metros la altura autorizada. El desbloqueo fue comunicado ayer por el Ayuntamiento tras recibir el aval de Aesa, que basa su determinación en la existencia de un estudio aeronáutico de Aena y Aena Aeropuertos S. A. que acredita que la citada instalación "no compromete la seguridad ni queda afectada la regularidad de las operaciones de las aeronaves del aeropuerto de Málaga".

A pesar de ello, se precisa que el aeródromo de la capital emitirá una advertencia a los pilotos sobre la presencia temporal de la noria, de sus coordenadas de localización, la cota del terreno y la altura máxima alcanzada. Esta información quedará desactivada una vez se desmonte la atracción tras los festejos.

Aunque fue alrededor de las 14:00 cuando se confirmó la resolución de Aesa, el alcalde, Francisco de la Torre, marcó el camino unas horas antes. De la Torre justificó la acción adoptada en la "imposibilidad" de desmontar la noria, dada la necesidad de disponer de un espacio ahora ocupado por otras atracciones feriales.

"Dado que no es factible desmontarla con rapidez y sin afectar a otras zonas ya instaladas, lo que se está buscando y creo que se ha encontrado es una fórmula legal para hacer una exclusión y evitar las dificultades de la noria con respecto al aeropuerto", expuso. Según el alcalde, la fórmula es "transitoria, de pocos días". "Ese mecanismo de exclusión existe en la legislación española", añadió. "Son notas que se comunican a las compañías y a los pilotos como una referencia más", apostilló.

Para el dirigente municipal, lo importante es que se encuentre "una solución con sentido común; las normas procuran ser compatibles con el sentido común". Lo que eludió fue responsabilidad alguna del Consistorio, amparándose en que es la Asociación de Feriantes de Málaga la que trajo esta instalación y que fue a este colectivo al que el Ayuntamiento otorgó una concesión demanial de los terrenos sobre los que se asientan las atracciones.

En este punto, reconoció que el Ayuntamiento no conoció la altura real de la noria hasta que estuvo montada, y ello a pesar de que esta estructura es la mayor de sus características de Europa y ya ha funcionado en otras ciudades españolas como Pamplona. Incluso, en un comentario cuanto menos sorprendente, llegó a asegurar que si la empresa que asesora al Consistorio en esta materia no hubiese solicitado informe a Aena, la polémica no habría surgido. "A lo mejor si no se hubiese hecho la consulta no hubiese habido problemas", afirmó De la Torre.

La delegada de Promoción Empresarial, Esther Molina, se mostró convencida de que "todas las atracciones funcionarán con normalidad" y aseguró que la seguridad estará garantizada. "Los pilotos conocen perfectamente la presencia de obstáculos y existe una gran seguridad", dijo.

La decisión municipal provocó el rechazo del PSOE. La portavoz municipal, María Gámez, criticó la gestión del equipo de gobierno y recordó que las normas sobre seguridad aérea "prescriben que los ayuntamientos son los responsables de velar por que se cumplan". La socialista dijo no entender que "no actuase antes, viendo que la instalación era de unas dimensiones considerables".