Si bien la obra del Metro es, casi desde sus orígenes mismos, escenario de confrontación entre el Ayuntamiento de Málaga y la Junta de Andalucía, también deja cierto resquicio al entendimiento entre ambas administraciones. Disconformes en el modo en que, por ejemplo, afrontar la culminación la red del ferrocarril urbano hacia el entorno del Hospital Civil, se muestran capaces de sentarse a la misma mesa para acordar la manera de, aprovechando las zanjas del suburbano, acometer la mayor transformación en la historia de la Alameda Principal.

El nivel de proximidad en el proyecto de reurbanización de uno de los grandes ejes históricos de la capital es tal que incluso cuando todas las cartas parecían repartidas, asignando a cada institución su parte de responsabilidad sobre la intervención, se abre ahora una vía que podría incrementar el porcentaje de actuación a desarrollar por el Consistorio.

10.256Metros. Es la zona peatonal que se habilitará en el lateral norte una vez ejecutada la reurbanizaciónLas dos instituciones dialogan para hacer visible parte del Fuerte de San Lorenzo

El reparto pactado deja en manos del Ayuntamiento la ejecución de la obra en la calzada central (ya en desarrollo), así como el lateral sur, mientras que es la Administración regional la que tiene asumido el desarrollo de todo el lateral norte, afectado en la actualidad por las zanjas del tramo Guadalmedina-Atarazanas. El compromiso asumido por la Consejería de Fomento es el de desarrollar la reposición de este ala de la Alameda no sólo hasta donde llegará el túnel del Metro, que es en el cruce con la calle Torregorda, sino hasta Puerta del Mar y desde ahí hasta la entrada de la calle Larios.

El inconveniente que se pone ahora sobre la mesa, y que es objeto de negociación entre Fomento y la Gerencia de Urbanismo, es que la necesidad de ajustar el cierre de la zanja y la reurbanización de toda la calle con los materiales fijados en el proyecto municipal supone de facto una modificación de las condiciones materiales y, posiblemente, económicas que la Junta incluyó en la adjudicación de la obra del tramo a Acciona y Sando. De acuerdo con varias fuentes consultadas, de ambas administraciones, esta circunstancia podría abrir de par en par la puerta a que justamente las constructoras reclamasen un proyecto modificado, pudiéndose encarecer el desarrollo de la actuación.

Este hecho está haciendo que en las últimas semanas se hayan producido reuniones varias entre técnicos municipales y autonómicos con la posibilidad cierta de que sea el Ayuntamiento el que acabe asumiendo la terminación de la obra de peatonalización del lateral norte entre Puerta del Mar y Larios. Sobre ello, las fuentes indicaron que, de cerrarse el acuerdo, se procedería a tramitar un proyecto complementario para que fuese la actual adjudicataria de la obra en la parte central de la Alameda, Verosa, la que asumiese esa parte de la intervención. El papel de la Junta, en el marco de la actuación del Metro, por su parte, quedaría acotado al espacio "de sombra del túnel", es decir, desde el inicio de la Alameda hasta Torregorda.

La plasmación del modelo de reurbanización a todo el lateral norte implicará la generación de una superficie peatonal de 10.256 metros cuadrados, con un ancho de 27 metros. Dentro de la sección, habrá 480 metros de zonas verdes y un carril bici de 470 metros lineales. El valor asignado a esta parte de la intervención se estima en unos 3,5 millones de euros. Sumando estos parámetros a los previstos en el lateral sur, que también quedará cerrado al tráfico, el espacio reservado al peatón será de casi 23.500 metros cuadrados, quedando solo habilitados para el paso de vehículos otros 7.810 metros. Estos, limitados al eje central, estarán divididos en tres carriles para el transporte público y solo dos (sentido este-oeste) para el tráfico privado.

El diálogo sobre la Alameda es un rara avis en la siempre convulsa relación entre la Junta y el Ayuntamiento. En este mismo escenario, las dos partes consensúan el modo de hacer visible parte de los restos de la muralla oeste del Fuerte de San Lorenzo encontrados en la traza del túnel del Metro. Ambas instituciones parecen por la labor de actuar en este sentido, haciendo posible que cualquier peatón que deambule por esta parte de la avenida pueda ver desde la propia calle los restos encontrados de la antigua fortaleza, que data del siglo XVI-XVII.