No son buenos tiempos para la salud mental de los menores. En “los últimos años y en especial desde el inicio de la pandemia”, pediatras y psiquiatras han constatado un aumento de hasta el 47% en los trastornos de este tipo entre niños y adolescentes. Seis sociedades científicas han lanzado la advertencia porque coinciden en que hay casos más graves, entre pacientes más jóvenes y con el resultado de más hospitalizaciones.

Como para paliar la situación, demandan más recursos para la atención de la Salud Mental tanto en hospitales como en centros de salud, así como la incorporación de psicólogos clínicos en la red de Atención Primaria.

El Grupo de Trabajo Multidisciplinar sobre Salud Mental en la Infancia y la Adolescencia –formado por la Sociedad de Psiquiatría Infantil (SPI), dependiente de la Asociación Española de Pediatría (AEP); la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP) y la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap)– constata que “en la actualidad, los adolescentes presentan más ansiedad, síntomas depresivos, autolesiones y conductas suicidas”.

Según un comunicado de este Grupo de Trabajo –que avalan también la Sociedad Española de Medicina de la Adolescencia (SEMA) y la de Pediatría Social (SEPS)– los servicios de urgencias pediátricas y los centros de salud han constatado que tras el descenso inicial de la manda de asistencia al comienzo de la pandemia, luego se produjo un incremento “de hasta un 47% en los trastornos de Salud Mental en los niños y hasta del 59% en los comportamientos suicidas”, en comparación con 2019. Precisan las organizaciones que durante 2020 se suicidaron en España 14 niños menores de 15 años, el doble que el año anterior. “Entre los jóvenes de 15 a 29 años, el suicidio es ya la segunda causa de fallecimiento, sólo superada por los tumores malignos”, advierten.

Además, el Grupo de Trabajo indica que según estudios realizados por ONG, los trastornos de ansiedad y depresivos “casi se han cuadruplicado”. Por su parte, los trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) han aumentado del 2,5 al 7%, mientras que los de conducta alimentaria “son más frecuentes y graves que antes de la pandemia”. Los diagnósticos por trastornos mentales en urgencias pediátricas que más se incrementaron fueron intoxicación no accidental por fármacos (122%), suicidio/intento de suicidio/ideación autolítica (56%), tras, trastorno de conducta alimentaria (40%), depresión (19%) y crisis de agresividad (10%).

Como estrategias de mejora, el equipo multidisciplinar propone un aumento de los recursos de atención a la Salud Mental tanto en los hospitales como en los centros de salud, así como programas de hospitalización de día y domiciliaria. También plantea un cribado a los 12 años a “todos los adolescentes” para identificar a aquellos que están en riesgo de depresión o ideación suicida. Otra medida es la incorporación de psicólogos clínicos a la Atención Primaria y una mejor coordinación de este nivel asistencial con centros educativos y servicios sociales. Todo para detectar de forma precoz y dar respuesta “al sufrimiento de los menores que padecen trastornos de salud y de sus familias”.