Alertan de un repunte de la ludopatía de la mano del juego y los bingos 'on line'

Cuatro de cada cinco afectados que piden ayuda a las asociaciones son varones El uso de las nuevas tecnologías para apostar provoca un descenso en la edad de los jugadores

Un hombre juega en una casa de juegos 'on line'.
Un hombre juega en una casa de juegos 'on line'.
Leonor García Málaga

13 de septiembre 2015 - 01:00

Ya no hace falta ir a un casino o a un bingo para pulirse el sueldo del día. Ahora la tentación está en casa. Basta con encender el ordenador y empezar a jugar.

La Asociación Malagueña de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Amalajer) ha lanzado la alerta de que se está produciendo un repunte de la ludopatía de la mano de los juegos y bingos on line.

La organización -que tiene a sus espaldas 29 años de trabajo y que en la actualidad da tratamiento a unos 400 enganchados al juego y otras adicciones- advierte que no debe bajarse la guardia.

"La problemática de los juegos on line crece. Son un reclamo para la gente joven que quiere ganar dinero fácil", apunta el presidente de Amalajer, Francisco Abad. Debido a que se requiere un cierto manejo del ordenador, el avance de esta forma de apostar está provocando un descenso de la edad de los jugadores patológicos. Hace unos años, el ludópata que acudía a la asociación tenía entre 50 y 55 años, mientras que en la actualidad ronda los 40. Aunque hay usuarios desde 16 años hasta 80 que intentan superar su dependencia del juego.

Las tragaperras encabezan la lista adicciones. Hace unos años, el segundo lugar lo ocupaban los bingos presenciales. Pero en la actualidad, este puesto ha sido ocupado por el juego on line. "Esta modalidad de juego sube posiciones y con mucha fuerza", explica Abad.

Las casas de juego on line no son ajenas a la situación de crisis que existe en España y por ello permiten apuestas desde cantidades muy pequeñas. "Y con menores cantidades, la persona juega más tiempo. Ahora se juega con cifras menos abultadas, pero cada vez juega más gente. La sociedad no es consciente de la problemática que se está generando", insiste el presidente de Amalajer.

Detrás de cada nuevo caso que llega a la asociación hay verdaderos dramas personales y familiares. Ludópatas que dejan de pagar la hipoteca, que empiezan a tener problemas en los trabajos porque usan para jugar un dinero que no es suyo o que acumulan una deuda de hasta 20.000 euros por haber pedido 200 préstamos de 100 euros para satisfacer su adicción.

El ludópata es aquel que después de jugar vuelve a apostar para recuperar lo perdido, el que empieza a mentir para ocultar en qué ha gastado el dinero o el que por el juego deja de cumplir con sus obligaciones. Con el juego on line, se allana el camino hacia la ludopatía. "Porque es más fácil jugar. Puede hacerse desde casa e incluso desde el móvil", explica Abad.

El ludópata puede autolimitar su entrada en casinos y bingos presenciales. En cambio, el control en las salas de juego on line es más difícil. Incluso, porque el jugador patológico puede llegar a suplantar la identidad de un familiar o de otras personas para utilizar su tarjeta de crédito en la que carga el coste de su adicción.

Así que algunos ludópatas, además de arruinar empresas propias o ajenas, de acumular deudas por préstamos pedidos para jugar o de perder la casa por no pagar la hipoteca, pueden hasta tener problemas judiciales.

Generalmente, son estas situaciones en la que el adicto toca fondo, las que empujan a pedir ayuda. Los ludópatas presenciales son de mayor edad y suelen llegar a Amalajer de la mano de la pareja. Los adictos on line son generalmente más jóvenes y lo hacen forzados por sus padres.

Abad apunta que los casinos y bingos on line suelen ofrecer una suma inicial, pequeña, para que el jugador se empique. La publicidad es engañosa porque se presenta como si fuera gratis cuando en realidad es un crédito. El presidente de Amalajer advierte que incluso ganando no es fácil para el jugador cobrar el premio. Las empresas de juego on line "no son mafias abiertas, son legales; pero las personas que tienen este problema están muy expuestas".

Por sexos, la abrumadora mayoría de los usuarios que piden ayuda para desengancharse de la adicción son varones; en torno al 80%. Se estima que porque hay más ludópatas hombres y porque la mujer esconde más su adicción. "El juego está peor visto en la mujer", señala Abad.

Salir de la ludopatía no es fácil. Según los datos de Amalajer, sólo un tercio de los adictos que acaba el tratamiento logra desengancharse.

stats