Allá va la despedida

CUANDO todavía resonaba la música de la Fiesta Mayor de Verdiales, uno de sus máximos forofos y defensor a ultranza del folclore de la tierra, Salvador Pendón, anunciaba al mundo que después de 24 años al pie del cañón en la política local malagueña había decidido hacer un punto y aparte a esta larga etapa de su carrera y colocarse, cuando llegue el mes de junio, en situación de expectativa de destino.

Pendón, que ha sido todopoderoso en el seno de su partido, sobre todo desde que enarboló la bandera de la llamada revolución de los catetos, lo que le valió lealtades inquebrantables y enemigos acérrimos, no concurrirá a los comicios locales del mes de mayo en ninguna candidatura, una decisión que comunicó, antes de hacerla pública, al secretario general del PSOE, Miguel Ángel Heredia, al que ayer se le llenaba la boca con grandes elogios a la figura del actual presidente de la Diputación Provincial, un imprescindible aliado para obtener la victoria en el último congreso provincial, pero con el que, a lo largo de los últimos meses, se han ido enfriando unas relaciones que han terminado siendo tensas y que no han dejado de provocar problemas, no sólo en la organización a nivel provincial, sino incluso en el ámbito regional.

En medios próximos a la dirección socialista, empeñados en defender la puesta en escena de la despedida de Pendón de la política local, terminaron por reconocer que era bastante inexplicable la actitud beligerante del presidente del organismo supramunicipal en los últimos tiempos para después llegar al actual estado de las cosas. Aunque insistieron en que el relato de los hechos narrado tanto por Pendón, como por Heredia, se ajustaba exactamente a la realidad.

Entre la militancia socialista la noticia de la no inclusión del nombre de Pendón en ninguna de las candidaturas del PSOE no supuso una sorpresa. A juicio de algunas de las personas consultadas, la decisión de Salvador Pendón se veía venir, sobre todo tras las últimas declaraciones públicas que ha venido realizando tras el pasado verano. También están los que coinciden con las palabras pronunciadas ayer ante los micrófonos de la Cadena Ser por el alcalde socialista de Casarabonela, Sebastián Gómez, en el sentido de que con la que está cayendo, con muchas familias preocupadas por intentar llegar a fin de mes, el futuro personal y profesional de Salvador Pendón no tiene ninguna importancia, ni trascendencia pública.

En el desayuno con los medios de comunicación convocado ayer para hacer balance de la gestión en Diputación del año que ahora termina, Pendón sorprendió a la concurrencia con el anuncio de su retirada de la política local, e insistió en su propósito de seguir manteniendo su posición crítica, confesando que "nunca voy a dormir y callar" y, añadiendo que "yo tengo criterio, no estoy en política domesticado y si no estoy de acuerdo, lo digo, quizá estoy equivocado pero lo digo". Unas palabras que redondeó señalando que se sentía cómodo en el seno del PSOE pero insistiendo en que "debo seguir con ese espíritu crítico".

El futuro del presidente de la Diputación, que también manifestó su intención de seguir en su cometido con la misma ilusión, convencimiento y con la misma fuerza que el primer día hasta la fecha de su relevo, queda ahora abierto y en manos de lo que dispongan los dirigentes a los que apoyó para que conseguir la vara que empuña el alcalde para dirigir la fiesta. ¡Allá va la despedida!...