Almáchar se entrega con el ajoblanco

Es la celebración más antigua de la provincia y una de las que mayor implicación tiene de sus vecinos La jornada acabó con una verbena popular en el paseo de la Axarquía

Almáchar se entrega con el ajoblanco
Almáchar se entrega con el ajoblanco
Mayte Cortés Almáchar

04 de septiembre 2016 - 01:00

Ya en los orígenes de la fiesta, los almachareños demostraron lo que podían hacer en torno a un plato tan malagueño como el Ajoblanco. Y si entonces fue su instrumento para reivindicar la construcción de una carretera que conectara el pueblo con Málaga, hoy en día, manteniendo el mismo formato, se movilizan para ofrecer a los visitantes lo mejor de su tierra, y promocionarlo turísticamente. Ayer se les podía ver con el polo burdeos deambulando por las calles o ubicados en sus puestos para facilitar información y servicios a todos los que acudieron atraídos por conocer la Fiesta del Ajoblanco.

Es la celebración más antigua de la provincia, y una de las que mayor implicación tiene de sus vecinos. "Nació por la necesidad de conectar el municipio con Málaga reduciendo los 60 kilómetros que había que recorrer para llegar a la capital de la provincia en 1.968, invitando a todos los políticos del momento", explicó el alcalde José Gámez (IU) quien recordó que gracias a esta iniciativa surgida entre los vecinos, el recorrido hasta Málaga se redujo casi hasta la mitad. "Este día se mantiene como reivindicación del progreso y como muestra de hospitalidad y gratitud con los visitantes", manifestó el regidor que agradeció la colaboración del centenar de vecinos que ayer actuaron como voluntarios.

Entre ellas, Yolanda y Ana que desde hacía varios días estuvieron haciendo la masa de esta sopa fría. Almendras, ajo, agua, aceite y sal, y manos que remover. De ahí a la nevera, y ayer en los ocho puestos ubicados en calles Alta, Forfe y Fuente Blanca, la cascada del Forfe y la plaza del Santo Cristo. Durante la ruta gastronómica, en la que los visitantes pudieron disfrutar del entramado urbanístico de este pueblo de fisonomía andaluza pudieron también probar uvas, pasas y vino moscatel. También se ofreció el ajoblanco en porra, que es la masa sin el agua para untar en el pan. "Proviene de la época árabe, cuando se plantaron los primeros almendros y se convirtió en la comida típica de los labriegos durante los días de vendimia, acompañándola de uvas recién recolectadas", detalló la edil de Fiestas, Aurora Palma (IU) quien recordó que con este día tratan de "fomentar el patrimonio cultural y gastronómico". La concejal recordó que este plato se come con uvas que junto a la pasa moscatel y el vino "siguen siendo el sustento económico de gran parte de nuestra población".

Pepe, María, Julia o Francisco eran otros de los voluntarios que ayer ocupaban sus puestos suministrando la materia prima para la degustación, haciendo fotografía en los puntos de informació , en el museo de la pasa o en la oficina de turismo. Habían dejado sus quehaceres en la vendimia para colaborar con el buen transcurso de la celebración. Los había de todas las edades. Otros muchos vecinos se encargaron de engalanar las calles y casas. A sus puertas sacaron las labores de labranza para que los visitantes los conociesen, muñecos de trapo similares a los "júas", fotografía y cuadros antiguos o colecciones de monedas. Como es tradicional, Antonio Tobalo, propietario de una de carnicería del pueblo, montó "el rinconcito de la guarra" para aquellos que no habían visto a una cerda amamantar a sus crías. También los bares y restaurantes se volcaron con los visitantes ofreciendo sus mejores viandas. Autobuses de toda la provincia y vehículos particulares no dejaron de llegar en toda la tarde. Las pandas de verdiales sonaban en cualquier callejuela y el flamenco, la 48 edición del festival que hacen con motivo de la fiesta, llegaría por la noche.

Antes tuvo lugar el acto institucional en la Plaza de España el parlamentario andaluz y coordinador general de IULV-CA, Antonio Maíllo dio lectura la pregón. Tras él, se otorgaron los premios Ajoblanco 2016. El galardón local lo recibió este año María Martín Fernández por su labor frente a la Asociación de Mujeres la Yedra y convertirla en un referente en la provincia. La categoría comarcal fue para Ángel Luis Martínez por su labor en Onda Líder Radio. El Málaga Club de Fútbol Femenino obtuvo el Ajoblanco Málaga por sus méritos deportivos y hacer sonar el deporte femenino. La cantante malagueña Diana Navarro fue la agraciada con el Ajoblanco Andalucía por ser embajadora de su tierra.

La jornada acabó con una verbena popular en el paseo de la Axarquía donde los asistentes disfrutaron de tapeo y sangría gratuita y del concierto del cuarteto 'Coconut Band'. En la puerta Ancha sonaban canciones de rueda y zambombas.

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