Aloha Cádiz!

Las playas de la capital gaditana se convierten en el escenario perfecto para todos los amantes de un deporte que cada vez tiene más seguidores

Dos jóvenes surfistas se preparan antes de entrar al agua en la playa de Santa María del Mar.
Dos jóvenes surfistas se preparan antes de entrar al agua en la playa de Santa María del Mar.
Arturo Álvarez Cabredo / Cádiz

23 de agosto 2011 - 01:00

Si uno pasea por la gaditana playa de Cortadura o por la playa de Santa María y se detiene a observar el mar, podrá ver algunas figuras flotando encima del agua con unas tablas blancas, dejándose llevar por el vaivén de las olas. Lejos de las características de los bañistas comunes, de los infinitos mares de sombrillas y toallas, estas personas comparten un sentimiento común por el mar y por un deporte que les une, el surf.

Cádiz nunca fue una ciudad reconocida en este deporte, pero nada más lejos de la realidad. Sus playas, bañadas por el Atlántico, tienen una serie de condiciones perfectas para la práctica de este deporte, es un error pensar que esta ciudad no tiene olas a la altura de otros lugares de la provincia gaditana. La playa de Santa María se encuentra cubierta de los vientos del Norte, Sur y Levante. Sólo el Suroeste entra con total impunidad en ella. Si a esto se le añade que posee una ola más que aceptable, se podría decir que reúne las características de una verdadera playa idónea para la práctica del surf. Anteriormente contaba con una ola aún más larga que la que se produce en este lugar en la actualidad, pero la construcción del espigón hizo que ésta fuese desapareciendo. "Se trataba de una de las mejores olas que se podía encontrar en esta ciudad. Era grande, larga y los amantes de este deporte disfrutábamos con ella todos los días. La construcción del espigón no lo tuvo en cuenta y aquella magnífica ola desapareció", explica Willy Álvarez, propietario y director de la tienda y escuela de surf Hopupu.

Y, aunque varios eventos han intentado impulsar a Cádiz y sus playas para obtener el reconocimiento como sede del surf, son muchos los surfistas que explican la necesidad de que empresas e instituciones públicas se involucren en este tipo de proyectos. "Hace falta buenos sponsors para crear eventos que por sí solos no pueden financiarse y salir a la luz. Los medios de comunicación también deberían participar en la difusión de este tipo de acontecimientos. Yo apostaría por la creación de un evento náutico que no tenga que ver sólo con el surf sino que también cuente con otros deportes acuáticos como el windsurf, el kitesurf y el bodyboard", comenta Willy Álvarez.

También se está demandando por parte de los amantes de este deporte una federación andaluza de surf que en la actualidad no existe, mientras que en otras comunidades, como País Vasco o Cantabria, cuentan con ellas. "Se necesita una federación para poder impulsar a los jóvenes deportistas, poner en contacto a los amantes de este deporte de los diferentes lugares de Andalucía y para poder también organizar campeonatos y competiciones basadas en un circuito que se establecería en el territorio andaluz".

Actualmente se puede decir que el surf está de moda y eso atrae a las grandes empresas. Por ello, son muchos los surfistas que opinan que hay que diferenciar entre el surf como deporte y el surf como negocio. "Nosotros surfeamos porque nos gusta, porque amamos este deporte y lo que hay que intentar es evitar que las empresas lo comercialicen y que vean en él una nueva plataforma para hacer negocio y explotarlo al máximo", explica Willy Álvarez.

La escuela de surf Hopupu ofrece clases a grupos de niños todos los sábados por la mañana. El fin es que mejoren su técnica pero, sobre todo, que aprendan disfrutando. Para eso, los profesores intentan fomentar y animar a los niños que llegan a la escuela por medio de actividades en las que todos disfruten. Y los resultados demuestran que funciona y que Cádiz puede tener una gran cantera.

Éste es el caso de Antonio Villalobos y Guillermo Pacheco, dos jóvenes promesas del surf gaditano que están despuntando en el panorama de este deporte en la provincia. En el caso de Antonio Villalobos se trata de un joven gaditano que lleva ya siete años montando las olas y ha estado compitiendo a nivel regional, al igual que Pacheco, ambos con muy buenos resultados. Actualmente Villalobos se encuentra en Asturias participando en el Surfcamp, un campamento intensivo de surf donde muchas de las jóvenes promesas del panorama nacional se encuentran allí reunidas. Entre otros jóvenes del surf de la provincia gaditana destaca Javier Aragón, procedente de la Escuela de Surf de Conil. Y es que poco a poco, con el esfuerzo de muchos, la capital gaditana se está convirtiendo en un referente para este deporte.

No se sabe a ciencia cierta si algún día se creará una federación andaluza o si se organizarán campeonatos del estilo de Mundaka, lo que sí se sabe es que la gente de toda la provincia irá conociendo cada vez más el nombre de Cádiz como una ciudad que le gusta el surf.

Mientras tanto, esas figuras que flotan en el agua con sus tablas blancas seguirán en sus playas, disfrutando de un deporte que les apasiona y les une, defendiendo los principios de una forma de vida en la que se ha llegado a convertir el surf. Porque tanto surfistas como fotógrafos de este deporte reconocen que no hay postal más hermosa que la de surfear con la Catedral de fondo.

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