Amasando el portal de Belén
Los hay de escayola, de cartulina e incluso reciclados. Los de cerámica y los que están para salir del paso. En Rincón de la Victoria han aparecido hasta con masa de churros. En el bar Las Conchas no sólo han querido ofrecer un Belén a sus clientes para acercarles la Navidad, sino que han provocado que sean ellos quienes lo elaboren con sus propias manos. Ayer los más pequeños se pusieron a la obra.
Para ello, el propietario de este comercio, Francisco Rando, repartió a una veintena de niños seis kilogramos de masa para churros. La única consigna, era que al menos, alguien se encargara de hacer el Niño, la Virgen, San José, la mula, el buey y la estrella. Los reyes magos tampoco faltaron. "Yo he hecho el niños Jesús, una palmera y dos casas", decía Javi, un niño de ocho años que satisfecho de su obra pedía al camarero algunos churros para mojar en el chocolate. Eva, Desi y Mercedes se quedaron de las últimas para ver como quedaba su Belén. "Es muy divertido darle forma a la masa como a la plastilina", sonreían expectantes.
El último paso, fue freír las originales figurillas no sin miedo de que se desmoronasen con el aceite. "Qué bonito está quedando, me dan ganas de comérmelo", bromeaba una de las niñas mientras los propietarios de la cafetería daban los últimos toques maestros.
Esta tarde, habrá otra sesión creativa para los que se quedaron con las ganas de participar en este atípico Belén que sus organizadores, no descartan que pueda pasar al patio del Ayuntamiento a la vista de todos. Hay que completar el belén. Se buscan pastorcillos.
Y aunque divertida fue la tarde para esta veintena de niños con edades entre los 2 y los 8 años, mejor será el lunes, cuando reciban sus diplomas y una chocolatada con churros.
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