Familia, tradiciones y seguridad junto a unas pinceladas de quejas por la "dificultad para hacer llegar el mensaje", han sido las bases de un discurso plano del portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Málaga, Antonio Alcázar, que ha asegurado que hará una "oposición leal, seria y responsable", pero que se mostrará "inflexible si se produjera cualquier mínima evidencia de corrupción o falta de transparencia". 

Ha reivindicado que "Vox es más importante que nunca" y que seguirán defendiendo las propuestas de su programa de gobierno. "Esta puede ser la legislatura de los grandes proyectos para Málaga, todos lo sabemos", ha comenzado, para contar la Expo 2027, el nuevo Auditorio, un tercer hospital, el puerto deportivo de San Andrés, la llegada del Metro al PTA o a Rincón de la Victoria (que no está en ningún plan de las administraciones, de momento), los terrenos de Repsol –donde no defendían las torres– o la torre del puerto –pese a que se mostraron en contra de su ubicación toda la campaña–. 

Además, ha asegurado que defenderá "la bajada drástica de la presión fiscal sobre personas y empresas; la supresión del impuesto conocido como la plusvalía municipal; evitar el despilfarro del dinero público; reforzar la seguridad ciudadana en nuestras calles; acabar con subvenciones injustificadas; aumentar las ayudas a las familias numerosas; la atención prioritaria a nuestras empresas, a nuestras pymes y nuestro comercio local y apoyar a los emprendedores, respaldar nuestras tradiciones culturales y religiosas, o avalar el estímulo y protección de la fiesta nacional". 

Para rematar, ha destacado: "Espero que, más pronto que tarde, descubran que el proyecto de Vox representa valores tan éticos y legítimos como la libertad, la familia, la vida, la propiedad, las tradiciones, nuestra historia, la defensa de la unidad de España y la corona, y los símbolos del Estado. Ni más ni menos que aquellos principios que nos enseñaron nuestros padres y nuestros abuelos, y que, después de tantos años de manipulación, adoctrinamiento y anormalidad política, se han pervertido, estigmatizado y casi criminalizado, logrando que actualmente muchos tengan que acomplejarse de sus verdaderos principios".