Málaga

Antonio Banderas se convierte en uno de los dueños de El Pimpi

  • El actor ha comprado el amplio paquete de acciones que tenía Francisco Campos

  • La bodega tiene varios proyectos en marcha

Banderas firma uno de los tradicionales toneles con el jeque detrás.

Banderas firma uno de los tradicionales toneles con el jeque detrás. / m. g.

Antonio Banderas ha manifestado públicamente su intención de invertir en proyectos en Málaga y, tras anunciar un acuerdo de gestión con el teatro Alameda en septiembre, ayer dio un nuevo golpe de efecto al convertirse en uno de los propietarios de El Pimpi, una de las bodegas más conocidas del centro de la ciudad. El actor malagueño certificó ayer ante notario la compra de las acciones que tenía Francisco Campos, uno de los dos socios históricos que han impulsado este establecimiento en las últimas cuatro décadas.

Ha habido un cambio de cromos entre Campos y Banderas, de forma que los socios pasan a ser José Cobos -uno de los fundadores-, Antonio Banderas, y el gerente del negocio, Pablo Gonzalo. No se ha querido precisar cuántas acciones ha adquirido el actor ni el importe de la operación "por motivos de confidencialidad", aunque el peso que tomará Banderas será significativo pues Campos y Cobos tenían la misma participación y son los dos grandes accionistas de El Pimpi.

Banderas conoce sobradamente la bodega y su nombre aparece en uno de sus barriles. "Viva Málaga, los malagueños y muy especialmente las malagueñas", escribió con la famosa tiza que han utilizado a lo largo de cerca de medio siglo numerosos artistas, autoridades, deportistas, escritores, etcétera y que se ha convertido en una de las principales señas de identidad del local.

"La relación con Antonio Banderas es de muchos años y hasta grabó aquí escenas de su película El camino de los ingleses, pero ahora ha aumentado al haberse convertido en vecino [el actor se compró una casa en la calle Alcazabilla] y tras haber manifestado su intención de apostar por Málaga", comentó Pablo Gonzalo, quien incidió en que "Banderas siempre se ha mostrado interesado en el funcionamiento de este negocio".

La incorporación del actor supondrá, según Gonzalo, "un revulsivo", aunque subrayó que "ha entrado como socio, pero no planteamos una acción publicitaria especial por eso". En cualquier caso, su presencia será clave en el proceso de expansión que se ha marcado la bodega malagueña y que tendrá este mismo mes sus dos primeras acciones. El 13 de diciembre presentará oficialmente la Fundación El Pimpi, que gestionará todas las acciones sociales y solidarias que realice la empresa a partir de 2018 y que será presidida por Francisco Campos, que no queda así desvinculado de la compañía. Unos días más tarde se presentará también un servicio de catering para eventos.

A medio plazo, Gonzalo adelantó que quieren crear una escuela privada de hostelería "para cubrir las carencias que vemos en la formación". El gerente de El Pimpi señaló que están buscando posibles ubicaciones y que la idea es empezar a trabajar "lo antes posible". El Pimpi abrió sus puertas en agosto de 1971 en un caserón malagueño del siglo XVIII ubicado en calle Granada y han probado su vino personajes como Sean Connery, John Malkovich, Tony Blair, la familia Picasso, la duquesa de Alba o la reina de Bután, entre muchos otros. Antonio Banderas da un paso más y de visitante pasa a convertirse en dueño.

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