Antonio Truan, Senior Advisor de Ginkgo en España y Portugal

“La previsión es empezar las obras en La Térmica antes de mediados de 2021”

  • La operación, que incluye 870 viviendas, supondrá una inversión superior a los 130 millones 

  • El fondo de inversión admite su interés en los suelos de Repsol

Antonio Truan, Senior Advisor de Ginkgo en España y Portugal.

Antonio Truan, Senior Advisor de Ginkgo en España y Portugal.

–Ha costado pero parece que se allana definitivamente el camino para el proyecto de Térmica…

–Para nosotros es un hito que llevábamos esperando tres años. Este tiempo nos ha permitido consolidar una estructura urbanística básica. Y una vez completada la ordenación, ahora queda trabajar en la estructura de los servicios. Esperamos que ahora todo vaya más rápido y que en los próximos meses tengamos el Peri definitivamente aprobado. Y eso con la previsión de poder empezar la construcción en los próximos cinco meses, antes de mediados de año.

–Y desde ese momento, ¿qué calendario puede necesitar una actuación de esta envergadura?

–Puede necesitar del orden de tres años de trabajo permanente. Para nosotros ha sido sustancial el desarrollo de una gran superficie de zonas verdes y equipamientos, con más de 80.000 metros cuadrados libres de edificación y de uso público. Es una cuantía superficial enorme. Eso va a permitir que desde el punto de vista social tenga interés general para toda la ciudadanía. Ademas, el que se desarrollen viviendas protegidas es esencial. Y eso se complementa con edificios de oficinas y hotelero.

–El planeamiento dibuja un total 870 viviendas, además de los usos que usted ha comentado. ¿Que inversión puede requerir una operación de esta envergadura?

–La inversión, entre capital y financiación, puede ser superior a los 130 millones de euros. Es una cantidad importante que ciudades como Málaga pueden asumir porque tienen la estructura adecuada. Y hemos considerado que Málaga era el lugar adecuado para poder desarrollar esta regeneración urbana. Hoy en día las gerencias de urbanismo son entidades colaboradoras del desarrollo económico las ciudades, porque son las que dan los permisos necesarios para la generación de empresas, los desarrollos urbanísticos y al generación de puestos de trabajo. Es fundamental el papel que ha tenido, entendiendo que la Administración debe ser un acelerador de esos proyectos, pero siempre con la seguridad jurídica necesaria.

–Por su ubicación, la futura promoción de La Térmica no parece que vaya a estar al alcance de todos los bolsillos. ¿Creen que tendrá salida?

–Naturalmente, porque Málaga tiene una estructura socioeconómica y una posibilidad de seguir desarrollando el sector servicios fundamental. Málaga se ha consolidado como una de las grandes ciudades, si no la primera, de toda Andalucía y tiene que insistir en este desarrollo económico y conseguir que los puestos de trabajo sean una constante.

–El Ayuntamiento puso en ese suelo grandes expectativas cuando hace diez años empezó a soñar la ciudad del futuro. ¿Cree que el proyecto al que han dado forma, con la firma de François Leclerq, cumple estas previsiones?

–Una de las claves del proyecto fue el concurso internacional que se hizo, de acuerdo con el propio Ayuntamiento. Fueron llamados arquitectos de fama internacional, como Fujimoto, el propio Leclerq y otros españoles, y una de las condiciones esenciales era la generación de edificios, de espacios naturales y urbanos modernos, que tengan una progresión superior los 50 o 60 años. Los edificios que van a constituir La Térmica serán medioambientalmente óptimos y con un componente económico y social capaces de crear la regeneración de toda esta zona.

–En un momento en que en la ciudad prolifera el modelo de torres en los nuevos desarrollos, Ginkgo apuesta por algo distinto.

–Sí, porque nuestro objeto social no nos permite desarrollar torres con un sentido tan especulativo. Para nosotros la referencia urbana es fundamental, el interés social, económico y sobre todo medioambiental nos parece enormemente importante. Y esto choca con la existencia de barreras enormes que se enfrenten al mar. Esa es la razón por la que acudimos arquitectos que evitasen este concepto de torres.

–El haber apostado por ese otro modelo les ha acabado beneficiando porque la afectación de las nuevas servidumbres del aeropuerto es menor. Aún así les toca de lleno.

–Planteamos un tipo de construcción muy concreta, en abanico, que tiene en cuenta las condiciones naturales del delta del Guadalhorce y la altura no era algo esencial para nosotros. En el mismo momento en que Navegación Aérea nos señaló que su idea era modificar los conceptos de altura de cara a la costa no tuvimos ningún inconveniente en reducir nuestras pretensiones.

–Ustedes comparten propiedad junto al Ayuntamiento. ¿Cabe la posibilidad de que Ginkgo se haga con la totalidad del sector?

–Nosotros estamos a disposición del Ayuntamiento para establecer cualquier conversación sobre la posible adquisición de otros usos urbanísticos. Si nos plantea la posibilidad de poder adquiridos estaremos en disposición de hablar con ellos. Aunque imagino que además de Ginkgo habrá otros interesados en la parte del Ayuntamiento. Seremos uno más de los que podamos hablar.

–¿Tiene Ginkgo otras operaciones de interés en Málaga?

–Siempre estamos estudiando otras posibilidades. Málaga nos parece un sitio ideal para invertir pero siempre que se den las condiciones de que el suelo haya tenido una contaminación industrial anterior. Este es un elemento fundamental que nos diferencia de otros operadores. Nosotros no podríamos actuar si no ha habido un uso industrial específico dentro del propio sitio. Eso reduce nuestro ámbito de actuación pero al mismo tiempo lo enriquece.

–Los antiguos suelos de Repsol reúnen esas condiciones.

–Sí, y otros suelos dentro de la provincia.

–¿Podemos concluir que Ginkgo está interesado en esa parcela?

–Ginkgo puede estar interesado en analizar los suelos de Repsol y algunas otras operaciones.

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