Aprueban las obras para trasladar el rastro al Cortijo de Torres en febrero

El rastro más populoso de la capital, el que cada domingo se instala en el barrio de Martiricos, tiene sus días contados, en breve se trasladará a la explanada del recinto ferial del Cortijo de Torres. El proyecto se presentó el pasado mes de abril y en la junta de gobierno local celebrada ayer se realizó la aprobación provisional de las obras para su inminente acondicionamiento y traslado. La concejal responsable, Purificación Pineda, afirmó ayer que el traslado será una realidad en febrero del próximo año.

Los trabajos tienen un plazo de ejecución de dos meses y medio y la entidad responsable de llevarlos a cabo será Construcciones Bonifacio Solís, con un presupuesto de 289.890 euros.

Las obras adjudicadas ayer consisten en la pavimentación de las parcelas terrizas mediante la ejecución de un pavimento asfáltico que permita la adecuada distribución de los puestos evitando los problemas derivados de este tipo de suelo. Asimismo, las pendientes que se definan servirán para evitar la formación de barrizales, encharcamiento o inundación del espacio ocupado por el mercadillo por las aguas de lluvia y baldeo. Igualmente se dotará al espacio ocupado de un sistema de limpieza por baldeo consistente en una red conectada a unas bocas de baldeo en arquetas enterradas. El llenado de la red con agua se resolverá mediante la disposición de una serie de cisternas flexibles autoportantes, que serán llenadas de agua, no potable, donde se mantendrá una reserva mínima de agua de 60 metros cúbicos que será impulsada por un grupo de presión, alojado en un cuarto cerrado.

La recogida de residuos sólidos se realizará mediante la colocación de ocho cajas metálicas de 10 metros cúbicos transportables mediante camión para lo cual se dispondrán unas plataformas ejecutadas en hormigón armado con guías metálicas para facilitar la carga y descarga de las cajas.

La superficie total del nuevo mercadillo será de 24.500 metros cuadrados, que corresponden al espacio ocupado por los 270 puestos, de 30 metros cuadrados cada uno de ellos y, el resto, a pasillos y servicios viarios.

El Rastro de Martiricos se celebra desde hace más de dos décadas, siendo el que más autorizaciones tiene y el que recibe más visitas, al celebrarse los domingos. Cuenta con 270 autorizaciones sobre las 1.400 existentes en la capital. Por ello, desde el Consistorio se ha visto necesario acondicionarlo y adecuarlo a la normativa de seguridad vigente. Además, la celebración de este mercadillo coincide con los partidos de La Rosaleda, dificultando el aparcamiento a las personas que asisten tanto a comprar como al fútbol.

El mercadillo actual se encuentra ubicado en una parcela existente entre la Escuela de Idiomas, el paredón del río Guadalmedina, la Avenida Luis Buñuel y el Paseo de Martiricos, ocupando los vendedores parcelas de distinto tamaño, desde los tres a los seis metros. Se pretende su traslado a la zona de atracciones de la feria, donde es posible adjudicar a los vendedores parcelas de seis metros con aparcamientos para sus vehículos y habilitar toda la zona de alrededor como aparcamiento de clientes. Desde el Ayuntamiento entienden que "su repercusión sobre la ciudad puede ser más importante que el que se celebra actualmente en Martiricos, debido a la posibilidad de un fácil aparcamiento para los clientes y un cómodo acceso desde la ronda de circunvalación, lo cual debe redundar en un crecimiento de clientes y ventas".