Málaga

El ingeniero malagueño de la NASA: “Con Artemis III iremos al polo sur de la Luna, donde creemos que hay agua condensada”

Carlos García-Galán, el ingeniero malagueño de la NASA.

Carlos García-Galán, el ingeniero malagueño de la NASA. / Javier Albiñana

La última vez que el hombre pisó la Luna fue hace 50 años. Ahora el regresar a ella está mucho más cerca de lo que realmente pensamos gracias al programa Artemis de la NASA. Entre los trabajadores de este proyecto se encuentra Carlos García-Galán, un malagueño ingeniero aeroespacial que desde pequeño siempre dijo que quería ser astronauta y al que no tomaban en serio. Nadie pudo quitarle esa idea de la cabeza, quería llegar a la NASA y lo haría. Por eso cogió sus maletas y se fue a Estados Unidos a estudiar a una universidad en Florida, muy cerca del Centro Espacial Kennedy.

Estos días está viajando por Europa para informar a todos los países que han ayudado en la construcción de la nave Orión de los resultados de la misión Artemis I que fue a la Luna y volvió. Su primera parada ha sido Málaga, a la que llevaba sin venir cuatro años. El ingeniero asegura que en Artemis II viajarán cuatro astronautas, entre ellos la primera mujer, pero no pararán en la Luna. Será en Artemis III cuando otra tripulación diferente pise la Luna después de medio siglo. Eso sí, para llegar hasta aquí García-Galán empezó desde abajo y es que sostiene que para él fue clave el último verano de universidad porque ahí fue cuando entró en la NASA como controlador de vuelo.

–¿Desde cuándo tuvo claro que quería ser ingeniero aeroespacial?

–De pequeño a mi familia le decía que quería ser astronauta y en los años 80/90 me miraban como si fuera un extraterrestre. Y lo mejor es que ahora estoy aquí diciéndoselo a los niños sabiendo que es muchísimo más posible que cuando lo intenté hacer yo. Siempre lo he tenido muy claro y me dije tengo que estar cerca de la NASA . Entonces, estudié dos carreras en EEUU y me di un verano extra para terminar la segunda. Todos mis compañeros consiguieron trabajo y me dijeron que estaban contratando gente para ser controlador de vuelo en el Centro Espacial y dije pues me apunto y así entré en la NASA.

–¿Qué le aportó ser controlador de vuelo? 

–Yo estaba en el centro de control de Houston y ahora pienso que ser controlador de vuelo para empezar está genial. A los dos años después yo ya estaba certificado, además ese puesto te da mucha visibilidad de lo que es operar la nave y ves cómo funciona todo. Después fui al resto de puestos con el conocimiento de cómo tiene que funcionar todo para que una misión salga bien. A partir de ese momento, hice diferentes proyectos con la NASA hasta que llegué a Orión.

“Si logramos llegar a la luna, sería la primera vez que llega el ser humano la pisa desde 1972”

–Y ahora forma parte del equipo de Artemis, ¿cuál es su función en este programa?

–Artemis es el programa de la NASA para ir a la Luna y dentro de este hay cosas robóticas, un cohete y está la nave Orión, que es uno de los componentes de Artemis que lleva a los astronautas hasta la Luna y vuelve. Yo trabajo en ese equipo. La nave Orión tiene diferentes partes, donde está la tripulación y un módulo de servicio que es donde lleva los combustibles. Esas partes las hacen en Europa y en mi equipo trabajamos con la Agencia Espacial Europea para asegurarnos de que todo el diseño y las pruebas que se han hecho están bien. También revisamos todos los datos y cuando están terminadas las piezas nos las mandan desde Alemania a Kennedy y las integramos al resto de la nave.

–¿En qué punto está el programa? ¿Cómo ha ido esa primera misión?

–Hemos empezado genial con la primera misión sin tripulación. Artemis I consistía en una ida a la Luna, entrar en órbita y volver. La misión en total fueron 26 días, estuvimos dos semanas en la Luna probando todos los sistemas y después probamos también el escudo térmico. La prueba salió genial porque la nave demostró que tenía mucha más capacidad de la que pensábamos. La siguiente misión es igual, pero con la tripulación que son cuatro astronautas un canadiense, una mujer, una persona de color y un comandante, y estamos planeando que sea para diciembre de 2024.

–¿Y después de Artemis II qué va a suceder?

–En Artemis II harán una pasada por la Luna y ya en Artemis III van a ir al polo sur porque creemos que hay agua condensada. Allí la mayoría de la misión será llegar y probar todo el sistema que los va a llevar a la superficie, harán algunas investigaciones y cogerán rocas para analizarlas en la tierra. También investigaremos qué tipo de tecnología funciona en la superficie para estar mucho tiempo. Queremos extraer materiales del suelo y como agua, porque si se saca agua se puede generar combustible al separar el hidrógeno y el oxígeno. Si logramos llegar sería la primera vez que llega el ser humano pisa la Luna desde 1972. 

“Los jóvenes deben darse cuenta de que pueden participar en un proyecto que va a hacer lo imposible, posible”

–¿Y a Marte cuando se llegará?

Para llegar a Marte queda más porque primero queremos probarlo todo en la Luna. La analogía que yo hago es cuando por ejemplo un día dices quiero escalar el Everest y no puedes ir un día a comprarlo todo e irte justo después a escalar. Primero tienes que irte a las montañas de por ejemplo de aquí de Málaga, lo pruebas todo, aprendes a escalar y después te vas a alguna montaña más grande, vas tomando experiencia y ya cuando estás listo das ese paso grande. Pues Marte es como el Everest para nosotros y la Luna es algo mucho más cercano para aprender a desarrollar tecnologías que no hemos desarrollado, ni utilizado. También queremos aprender a cómo hacer investigaciones en el espacio profundo y a desarrollar los sistemas de Orión y los cohetes. Una vez que lo probemos todo en la Luna iremos a Marte, que yo creo que para finales de la década de 2030, para 2038 o 2039, se podrá llegar.

–Y por último, después de ver a los jóvenes de la UMA, ¿qué consejo les daría?

–El principal es que se den cuenta de la suerte que tienen de haber nacido cuando han nacido y de vivir en este momento en el que pueden tomar la decisión de estudiar ingeniería y ciencias y participar en un proyecto que va a hacer lo que parece imposible, posible. Cuando yo nací no había esas oportunidades, me tuve que buscar muchísimo la vida y ahora no hay necesidad de eso. Si tienen curiosidad y quieren trabajar en una exploración espacial, que lo hagan porque solo falta su decisión de hacerlo, cuando yo lo hice era imposible y yo probé que no era y ahora es mucho más fácil.

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