Málaga

Atajate: El pueblo malagueño que 'ataja' el coronavirus

  • La localidad más pequeña de la provincia es la única que todavía no registra ningún contagio

Un vecino de Atajate con mascarilla por las calles del pueblo.

Un vecino de Atajate con mascarilla por las calles del pueblo. / Javier Flores

Atajate, el municipio más pequeño de la provincia de Málaga con 169 habitantes, resiste como una especie de aldea gala al envite del coronavirus. En la actualidad es la única población malagueña en la que no se ha registrado ningún caso de Covid-19 desde el inicio de la pandemia.

“Creo que ha sido una combinación de responsabilidad de los vecinos y suerte”, asegura Raquel Mena, una de las vecinas. Y es que entre la población incluso cuentan con empleados de varios hospitales y de centros especiales de atención a personas, por lo que se encuentran en puestos con un riesgo importante en cuanto a la exposición al virus.

“No es que seamos un pueblo que está en mitad de la nada y que aquí no venga nadie, al contrario, estamos en un lugar de paso junto a la carretera entre Ronda y Algeciras y muchas personas paran aquí”, explica Raquel.

Los vecinos no creen que hagan nada especial más allá de cumplir las normas

De hecho, a pesar de su reducida población, cuenta con tres restaurantes de un tamaño considerable, que atraen cada año a un importante número de visitantes para disfrutar de su gastronomía. “Teniendo en cuenta las circunstancias, hemos trabajando bien en este tiempo; el peor mes ha sido noviembre al tener tantos cierres perimetrales de municipios”, explica Carmen, una de las responsables del restaurante Audalázar.

Incluso en su negocio durante el verano han notado una mayor presencia de clientes ante la elección que hicieron muchas personas por el mundo rural frente a destinos que podrían estar más masificados.Algunos de los clientes le han comentado que habían elegido Atajate por el hecho de sentirse más seguros ante las noticias que aparecían sobre la ausencia de casos.

Vista general de Atajate. Vista general de Atajate.

Vista general de Atajate. / Javier Flores

Mientras tanto, en los otros dos restaurantes del municipio la versión de este periodo de pandemia es muy parecida. Los vecinos sostienen que dentro de las condiciones especiales que hay, han podido mantener un ritmo de trabajo mejor que en otros lugares y es que ellos han permanecido abiertos durante todo este tiempo, a excepción del primer estado de alarma que obligó al cierre de toda la actividad de hostelería.

Desde el Ayuntamiento su primera teniente de alcalde, Rocío del Río, también apunta en la misma dirección. “No hemos hecho nada extraordinario más allá de desinfectar y de tratar de cumplir al máximo las normas de seguridad. Hay mucha concienciación, incluso los más mayores se llaman la atención si alguien ve que otro no lleva bien puesta la mascarilla”, explica la edil.

En este sentido, son varios los vecinos que ponen el mismo ejemplo. Del Río asegura que antes, los mayores de la localidad se reunían en la plaza entorno a un mismo banco para mantener largas conversaciones cuando hacía buen tiempo, un hábito que mantienen. Pero ahora, cada uno ocupa un banco diferente o, como mucho, se colocan dos y cada uno en un extremo del banco. “En el momento que alguno se sienta un poco mas cerca le advierten sobre las distancias”, asegura la edil.

La localidad recibe bastantes visitas y cuenta con tres restaurantes

Incluso en este tiempo se ha mantenido la realización de diferentes actividades impulsadas por el Consistorio, pero “observando en todo momento un cumplimiento máximo de las medidas de seguridad”, explica la concejal. Mientras tanto, algunos de los vecinos también apuestan por la combinación de responsabilidad y un poco de suerte, ya que al ser una localidad pequeña es habitual que exista un mayor contando al ser más fácil coincidir en las calles.

Eso sí, las medidas y distancias se mantienen hasta para recoger el pan. La panadería que se encarga de traerlo cerró el despacho directo al público y ahora deja colgado en las puertas, en bolsas separadas, el pedido de los diferentes vecinos.

Una resistencia al virus que lleva a los mayores a añadir una causa más que ayuda a mantener dicha situación y que comentan en tono de broma cuando se le pregunta a qué se debe que todavía no haya habido ningún caso: “Si bebes aguardiente, el bicho no te hinca el diente”, aseguran entre risas en referencia a la costumbre que tienen algunos de ellos de tomar una copa de este licor de forma habitual. Y es que estos vecinos tampoco ven que estén realizado nada extraordinario más allá de cumplir las normas marcadas en cada momento por las autoridades.

Una situación que esperan que se pueda mantener ahora que ya se vacunó al primer grupo de habitantes que tienen una edad superior a 80 años y que son casi una veintena en esta pequeña localidad.

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