Autobuses y taxis taponan el tráfico junto a la Catedral
A mediodía de ayer la confluencia de cinco autocares de turistas y una decena de vehículos mal estacionados provocaron que la circulación se redujera a un carril


Cinco autobuses a la espera de ser ocupados por varios cientos de turistas llegados al centro histórico de Málaga; una doble fila de coches de caballos ansiosos por abandonar su parada con clientes en su interior; casi una veintena de taxis estacionados junto al hotel Málaga Palacio, conformando una cola que se extiende varias decenas de metros ante la ausencia de usuarios. Ésta es la estampa que casi a diario se dibuja en el lateral sur de la Catedral, contribuyendo de forma inequívoca a generar un caos más que destacable en el tráfico que discurre por la zona.
Tal aglomeración de elementos, a los que ayer se sumó una grúa de gran tamaño descargando material junto al hotel Molina Lario y un par de furgonetas de carga y descarga, hace que justo en este punto apenas quede libre un carril abierto al paso de la circulación, afectado también cada vez que uno de los autobuses coloca su intermitente y realiza la maniobra para abandonar la parada de la que dispone. Un punto de estacionamiento cuyas dimensiones no están, para nada, adecuadas para la masiva llegada de este tipo de transportes. Su extensión apenas deja hueco para dos de estos vehículos, que tienen autorización de parada durante un máximo de 15 minutos y de 10:00 a 20:00. Una limitación que no impide a los transportistas detenerse durante varios minutos ocupando uno de los viales. "Esto es un caos todos los días", comenta Salvador, uno de los taxistas que, pacientemente, espera fuera de su vehículo confiando en que la larga cola vaya corriendo. "Ahora mismo no podemos estar aquí, pero qué hacemos, si no hay sitio", explica. Junto a él está Juan, compañero de profesión, con el que dialoga sobre los hábitos de la Policía Local cada vez que pasa por la zona. "Suelen poner muchas multas", añade. Salvador se queja de que mientras a ellos les están llamando la atención de forma permanente, no hacen lo propio con los autobuses que paran de manera indebida o los coches privados que, aprovechando el vacío en la parada turística, estacionan durante varios minutos.
Uno de los que comprobó los problemas existentes en la zona fue el concejal de Movilidad, Raúl López, quien llegó a dar aviso a la Policía Local de lo que estaba ocurriendo. Preguntado por qué medidas se pueden adoptar para evitar la presencia masiva de autobuses turísticos en este punto del casco antiguo, el edil del PP aludió a la existencia de conversaciones con los touroperadores de cruceros para que limitar el movimiento de estos vehículos por la urbe. "Hemos cerrado ya acuerdos con casi el 90% de las empresas para que cuando lleguen cruceristas a la ciudad, sea el autobús lanzadera de la EMT el que los traiga hasta el centro", expuso.
De acuerdo con este planteamiento, que se quiere extender a la totalidad de firmas, la idea es que los autobuses que contratan para el desplazamiento de los visitantes lleguen como mucho hasta la nueva entrada abierta semanas atrás en el Paseo de la Farola, donde los turistas podrían tomar el bus urbano que tiene su parada en ese punto y que alcanza con su recorrido el Paseo del Parque. "Todavía hay algún pico de saturación, pero mucho menos que años atrás", añadió. La iniciativa incluye, por ejemplo, que aquellos autobuses de cruceros que se dirijan hacia otras provincias, caso de Granada, realicen su recorrido por Paseo de Reding, buscando la salida a la autovía, en lugar de atravesar por completo la ciudad. En cualquier caso, estas medidas no afectan a los autocares de colegios o los de turistas que no lleguen en cruceros.
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