El Ayuntamiento mira a Barcelona para frenar el problema de basura en el centro
Medio Ambiente se fija en la gestión de los residuos generados por los negocios que realiza la Ciudad Condal Una posible modificación de las tasas ya está encima de la mesa
Con un sistema de recogida puerta a puerta para negocios en zonas comerciales que generan más de 120 litros de residuos orgánicos al día y el cobro de una tasa variable en función del uso que cada establecimiento hace del sistema de recogida, el modelo de gestión de basura de los comercios en Barcelona está siendo mirado por el Ayuntamiento de Málaga con cierto interés. El objetivo no es otro que acabar con los contenedores desbordados en los aledaños de las principales calles del centro histórico, una imagen que se repite desde prácticamente la primera hora de cada jornada.
La iniciativa municipal de multar a los camareros que no depositaran la basura en los contenedores soterrados realizada hace un mes duró tan sólo unos días. El alcalde dio marcha atrás por la amenaza de huelga de la hostelería a las puertas de la Feria de agosto y apuntó a que las sanciones se dirigirían a los propietarios del negocio. Aún así la medida en sí misma, aún cumpliéndose a rajatabla con todos los negocios depositando sus residuos de acuerdo al decálogo para el comercio y la hostelería publicado por el Ayuntamiento, no acabaría solucionando el verdadero problema del que adolece el casco histórico: la incapacidad de absorber los residuos por "el crecimiento exponencial" de la hostelería. Lo dicen los técnicos municipales, mientras el Plan Especial de Protección y Reforma Interior (Pepri) del Centro, en estado de avance, va más allá y propone incrementar las instalaciones, pasando a añadir a los casi 100 contenedores soterrados existentes en la actualidad otros 152, con capacidad para 606.000 litros más.
Con este panorama, el Ayuntamiento, que ya ha recorrido varias ciudades españolas para comprobar in situ el modelo de limpieza y así estudiar uno nuevo para la ciudad, se ha fijado especialmente en la Ciudad Condal y en lo que denominan la recogida de residuos comerciales e industriales, según explican fuentes municipales. En Barcelona tienen establecidos circuitos específicos de recogida comercial que se corresponden con las zonas de especial concentración de negocios, asimilable a lo que es el centro histórico malagueño. La principal diferencia con el sistema malagueño -según los datos aportados por el Ayuntamiento de la Ciudad Condal- es que los únicos negocios que comparten los contenedores con los residentes dentro de esos espacios de espacial concentración de negocios son aquellos que generan por debajo de los 120 litros de basura orgánica al día; o bien de papel, cartón y vidrio a la semana. Sin embargo, en Málaga todos los negocios y hogares comparten depósitos, ya sean soterrados o en superficie. Aunque en el caso del vidrio, el papel y el cartón sí que hay un servicio de recogida puerta a puerta en el centro, aunque no todos los negocios hacen uso de ellos.
El resto de negocios, a partir de esa cantidad y hasta los 900 litros disponen de un sistema de recogida puerta a puerta. Los cubos deben estar dentro del establecimiento hasta la franja horaria fijada para la recogida y han de estar diferenciados según el tipo de residuo que alberguen. En el caso de la hostelería, los negocios están obligados a separar los residuos orgánicos, el papel y cartón, los envases y los residuos de rechazo -no orgánica, pero tampoco reciclable-. El funcionamiento se asemeja bastante a la propuesta realizada por la Asociación de Vecinos del Centro Histórico de que los bares y restaurantes estén obligados a dedicar y habilitar una estancia para acumular basura hasta la recogida.
Las cuotas o tasas que cada negocio ha de abonar dependen igualmente del volumen de basura que genere. Hasta los 900 litros el pago se realiza con una periodicidad anual y en el caso de la hostelería el precio va de los 400 a los casi 1.000 euros, a lo que habría que sumar el IVA. En este sentido, las fuentes municipales consultadas explicaron que las tasas por la basura necesitan ser modificadas para adaptarse a la realidad de los negocios. En Málaga capital el concepto de tasa de basura sólo existe en las actividades económicas, dado que los hogares están exentos de él. En lo que a la hostelería se refiere el precio se establece en función del número de tenedores que tiene el local, lo que tiene poco que ver con el volumen de residuos que genera. Así que lo que se está estudiando en estos momentos se acerca a adaptar la cuota anual a los metros cuadrados del local y lo que es más importante, de la terraza; dado que en el centro histórico son habituales los bares y restaurantes con terrazas mucho más amplias que el total de metros cuadrados del interior del negocio.
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