"El Ayuntamiento de Torremolinos nunca me ha invitado a optar a ningún contrato"

El responsable de una clínica veterinaria y de una asociación ya desaparecida afirma que se siente utilizado por la principal imputada en el caso de Parque Animal y que el Consistorio "miente"

R. G. Málaga

05 de abril 2013 - 01:00

El exterminio masivo de casi 3.000 animales supuestamente llevado a cabo por la responsable de la llamada Protectora de los Horrores de Torremolinos, Carmen Marín, es solo la punta del iceberg. Este caso de maltrato animal, que está pendiente de juicio y que fue destapado por la Guardia Civil en noviembre de 2010, ha hecho además que salgan a la luz varias presuntas irregularidades administrativas relacionadas con el servicio de recogida de animales abandonados del municipio que el alcalde, Pedro Fernández Montes (PP), tenía concedido a esta asociación sin ánimo de lucro desde el año 2000.

Una de ellas fue la propia adjudicación del servicio público a Parque Animal, ya que solo esta asociación podía ganar el contrato de recogida y albergue de los perros y gatos de Torremolinos que el Ayuntamiento ofertó en julio de 2010 al haber invitado al procedimiento negociado, según la exigencia que establece la Ley de Contratos del Sector Público para los contratos inferiores a los 30.000 euros, a otra asociación que nunca tuvo actividad real y a una clínica veterinaria de Málaga que sigue en activo y que nunca tuvo conocimiento de la invitación.

José Carlos González Fuertes está relacionado con ambas como fundador hace más de diez años de la Asociación Felina Malagueña (Asfema) y como miembro del grupo familiar de empresas veterinarias SOS Animal. Ante las informaciones aparecidas, ha decidido salir a la luz y aclarar que fue la responsable de Parque Animal la que le pidió permiso para que ambas concurrieran en 2010 a la adjudicación del servicio público en el año 2000 y así poder ganarlo, pero que nunca más tuvo conocimiento de que hubiera vuelto a optar a ese contrato porque "nadie me invitó".

Pese a todo ello, el contrato se hizo efectivo mediante un decreto de Alcaldía firmado por el propio alcalde el 8 de septiembre de 2010 que en la práctica prorrogaba un año más la concesión a Parque Animal. Fernández Montes llegó a asegurar en el Pleno extraordinario celebrado el pasado 14 de marzo para tratar el asunto que tenía pruebas de los faxes que envió a Asfema y SOS Catycan para invitarles a optar al servicio público, aunque no llegó a enseñar ningún documento.

-¿Quién le informó del contrato que el Ayuntamiento de Torremolinos pretendía adjudicar para la recogida de animales abandonados en el municipio?

-Era el año 1999 ó 2000 cuando Carmen Marín me llamó por teléfono y me comentó que tenía la posibilidad de acceder a un concurso en el Ayuntamiento de Torremolinos para conseguir unas subvenciones y unas cosas. El problema es que me dijo que tenía que buscar a otras dos empresas del sector para concurrir al concurso público para la recogida de animales abandonados de ese municipio. En esa época el funcionamiento de Parque Animal era ejemplar y le propuse que hablara con Paraíso, El Refugio o Canes que se dedican a esto. Pero se negó porque decía que esas empresas eran competencia muy directa y realmente no le convenía. Me dijo que había pensado en SOS Animal, pero le advertí que somos una empresa de servicios y clínica veterinaria que ni teníamos ni tenemos servicio de recogida de perros ni tenemos residencia. Pero me insistió y le contesté que si colaba y era legal que lo presentara. Como necesitaba otra, me propuso poner también a la Asociación Felina Malagueña (Asfema), una asociación sin ánimo de lucro que acabábamos de poner en marcha entre seis personas, y le dije que no me importaba.

-¿Llegó a firmar algún papel para autorizar a la presidenta de Parque Animal que propusiera a su asociación y a su empresa para optar también al contrato en ese momento?

-No, esa fue toda la conversación que yo puedo asumir y solo si me enseñan algún papel firmado con mi firma tendré que decir lo contrario. Pero no me consta que yo firmara nada ni que ningún gerente posterior de SOS Catycan lo hiciera como tampoco me consta que Asfema lo haya hecho porque me he preocupado, no como otros, de informarme de las cosas. Reconozco que autoricé y que fui informado de para que era esto. Pero solo esa primera vez y nunca en los años posteriores, como parece que también han usado tanto la empresa como la asociación para concederle el contrato a Parque Animal.

-La última vez que supuestamente su asociación fue invitada a optar al contrato del servicio municipal de Torremolinos fue en julio de 2010, pero ¿seguía teniendo actividad?

-Rotundamente no. Asfema fue creada en 1999 y en el año 2000 ya no tenía actividad. De hecho, éramos seis socios que nos habíamos unido para hacer castraciones y esterilizaciones en las colonias callejeras de gatos. Pero como no conseguimos recursos ni socios dejamos de tener actividad. Oficialmente tuvimos la última reunión de socios el 17 de mayo de 2003. Al enterarnos ahora de que en 2010 habían utilizado el nombre de la asociación para la adjudicación del contrato del servicio de recogida de animales de Torremolinos, hemos solicitado a la Delegación del Gobierno en Málaga de la Junta de Andalucía para que nos diga si Asfema sigue en el registro de este tipo de colectivos para darle definitivamente de baja. Pero para el banco, para los socios y a efectos prácticos desde 2003 no tiene ningún tipo de actividad.

-El alcalde de Torremolinos asegura que tiene pruebas de que envió faxes con la invitación al concurso, ¿a usted le consta?

-A mí no me ha invitado nadie a ningún concurso. No me parece propio porque de haber querido haberlo hecho bien que menos que me enviaran una carta certificada, que es un documento realmente oficial. ¿Cómo van a invitar por un fax a nadie a un concurso público cuando ni siquiera coinciden las direcciones con las que supuestamente contactaron?

-¿Tampoco correspondía la dirección a la que supuestamente envió la invitación a la clínica veterinaria propiedad de su familia?

-Para empezar SOS Catycan, como aparece en el documento del Ayuntamiento de Torremolinos, hace muchos años que no tiene su sede en el Paseo de Reding, mientras que la dirección que aparece de Asfema era la de mi domicilio. Lo que sí puedo asegurar es que ni en la clínica en aquella época ni en mi casa se ha recibido ningún fax ni correo certificado con una invitación a ningún concurso. Que me enseñen esos papeles porque ni he recibido ni he firmado ningún papel al respecto porque me da la impresión que hay de por medio un poco de farol de póker. Miente como bellaco el Ayuntamiento cuando dice que se invitaron a tres empresas del sector dedicadas a la recogida de animales abandonados en 2010.

-El alcalde de Torremolinos también asegura que invitó tanto a la asociación como a la clínica porque aparecían en un registro de empresas veterinarias, ¿le consta que eso sea cierto?

-No. Primero porque por más que he preguntado en el sector nadie sabe que existe un directorio de empresas veterinarias. Y en el caso de que fuera así que alguien me explique qué hace una sociedad protectora de animales como Asfema, que además ya no tenía actividad, en un listado de empresas cuando estaba constituida sin ánimo de lucro. Y en cuanto a la clínica, es como si vas a las páginas amarillas y utilizas el nombre de cualquier veterinario sin informarle.

-¿Alguna otra vez Carmen Marín o el Ayuntamiento de Torremolinos le informaron de que iba a ser invitado para optar al contrato del servicio municipal?

-Después de esa primera vez en 1999 Carmen Marín nunca más me hizo referencia a que iba a utilizar la asociación y la empresa para presentarse a un concurso. Como tampoco nunca me ha informado directamente el Ayuntamiento ni nadie me ha enseñado nunca el pliego de condiciones.

-¿Ha hablado con ella de esto?

-No he vuelto a tener contacto con Carmen Marín desde que se destapó el caso porque uno de los rumores que circuló por ahí es que yo estaba detrás de la denuncia para quedarme con Parque Animal, cosa que es totalmente incierta. Y aprovecho para pedir que alguien me explique cómo se hizo la ultima adjudicación del servicio de recogida de animales de Torremolinos a Canes y cómo ante lo que se destapó se vuelve a repetir lo mismo. Porque ¿quién se ha enterado de ese concurso y por qué se sigue prestando el servicio de clínica privada? Si cosas como Parque Animal pasan, ¿por qué no se aprovecha para hacer las cosas mejor?

-¿Por qué decide salir ahora del anonimato?

-Porque mi empresa familiar lleva cuarenta años trabajando en Málaga y quiero desvincularla por completo del caso de Parque Animal.

-¿Cuál era su relación con Carmen Marín y con la asociación Parque Animal?

-Mi relación con Carmen Marín se inicia porque era clienta de mi clínica veterinaria, igual que de otros compañeros, porque antes de constituir Parque Animal tenía en su casa 30 ó 40 perros. En 1997 me comentó que tenía la idea de crear una asociación de protección de animales porque tenía la posibilidad de que el Ayuntamiento de Torremolinos le cediera unos terrenos. La idea me pareció estupenda tanto a mí como a Enrique Moya y colaboramos con ella de forma desinteresada y totalmente gratuita. Así nació la asociación Parque Animal de la que además yo era socio. Fue Manuel, el marido, el que hizo verdaderamente que el germen de Parque Animal funcionara. Carmen Marín era más las relaciones pública y él se encargaba más de la gestión con mano férrea. Yo colaboraba con ellos para asesorarles profesionalmente cuando tenían alguna duda o para darles referencia de algún veterinario que querían contratar. En esa primera etapa tengo que decir que me sentí muy orgulloso de pertenecer a la asociación y también del Ayuntamiento de Torremolinos porque fue el primer municipio que apostó por la protección animal. El centro tenía una capacidad limitada pero la gestión de adopción y de recogida era muy clara y precisa. Colaboré con ellos por una relación de amistad, nunca fue una vinculación contractual ni laboral. Cuando he hecho una cirugía allí ha sido de forma gratuita y como un favor con todo el gusto del mundo.

-¿Alguna vez imaginó lo que supuestamente ocurría con los animales en Parque Animal?

-De haberlo visto nunca lo hubiera permitido porque los que me conocen saben que estoy muy involucrado con el mundo animal. Llevo desde 1987 ejerciendo como veterinario y desde 1974 trabajando en muchas protectoras de animales, y no podía creerlo.

-¿Cómo se enteró de los supuestos sacrificios masivos de animales que se producían en la protectora de Torremolinos?

-Me enteré de forma muy directa antes de la denuncia incluso ante la Guardia Civil porque me llamaron el veterinario y la auxiliar técnica veterinaria que había en ese momento trabajando en Parque Animal. Cuando me lo contaron no daba crédito. Me dijeron que tenían pruebas de fotos y vídeos y me preguntaron que qué hacían. Mi consejo fue que soltarlo a la prensa sin más podía hacer un daño brutal a los animales que estaban allí e iba a crear una sensación de desconfianza en el mundo de la protección animal, por lo que propuse intentar arreglarlo primero desde dentro. Al día siguiente nos reunimos en Parque Animal con Carmen Marín, con Felipe el gerente de las instalaciones, el veterinario, la auxiliar técnica y yo. Los dos veterinarios le advirtieron a Carmen que tenían pruebas y exigieron que las eutanasias se hicieran siempre previo informe veterinario y a animales de extrema gravedad, y que no siguiera haciendo eutanasias indiscriminadas como ellos acreditaban que se estaban haciendo. Ella lo negó y se justificó en que hay muchas horas en las que el veterinario no estaba allí y que no iba a dejar sufrir a los animales. También le exigieron que cerrara al público la clínica veterinaria externa que había porque se estaba incumpliendo el código deontológico al tratarse de un centro de protección animal en terrenos públicos. Pero Carmen dijo que se financiaban gracias a la clínica y que no lo iba a hacer. Les acuso de querer cobrar más dinero y los despidió. Viendo la actitud de Carmen le aseguré que se estaba equivocando y fue ahí cuando decidí no tomar partido ni en defenderla ni en acusarla hasta que no hubiera una investigación judicial.

-Además de por el contrato, ¿se ha visto usted también involucrado con el caso de Parque Animal?

-Sí, porque mi nombre, junto al de otros veterinarios, también lo usó supuestamente Carmen Marín de forma totalmente fraudulenta en los listados de animales sacrificados. Pero decidí poner ese tema en manos de los servicios jurídicos del Colegio Oficial de Veterinarios que son los que han constatado que se utilizó mi nombre y mi número de colegiado sin mi permiso. Nunca firmé ningún sacrificio en Parque Animal porque nunca lo hice.

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