El Ayuntamiento ampliará el 'botellódromo' de la Feria

El Ayuntamiento ampliará este año la zona destinada al botellódromo en la Feria a pesar de que hasta el último momento barajó prohibirlo. Al igual que el año pasado el recinto se acotará en los aparcamientos del Palacio de Ferias, aunque su extensión pasará de los 4.000 metros cuadrados del año pasado a los 7.500 de esta edición. El motivo no es otro que darle a los jóvenes más comodidad: "El año pasado vimos que bebían entre los coches por la falta de espacio y este año hemos apostado por aumentar la zona", asegura Javier Gutiérrez, director del área de Juventud.

No obstante, el concejal de Cultura, Damián Caneda, reconoció a este periódico que hasta última hora el Ayuntamiento se había planteado su prohibición por la imagen que genera. Finalmente, y aconsejado por la propia Policía Local, volverá a autorizar su práctica por el miedo a que el fenómeno se dispersara en microbotellones en la zona del Camino San Rafael o los polígonos, "una situación más difícil de controlar". La llamada ley antibotellón o ley seca que promulgó la Junta de Andalucía habilita a los ayuntamientos a levantar la veda de beber en la calle algunos días festivos, como la Nochevieja, o durante la celebración de fiestas populares como la Feria de agosto.

Pese a ello, tanto el concejal de Cultura como el director de Juventud quisieron dejar muy claro que su autorización no es una invitación a beber. "Lo que queremos es regularlo y garantizar su seguridad, por eso nos hemos decantado por este espacio", aseguró Gutiérrez. Las otras dos alternativas que se habían puesto sobre la mesa eran habilitarlo cerca del auditorio o en otro aparcamiento cercano a la Feria.

En los próximos días el Ayuntamiento comenzará la instalación de veinte contenedores móviles químicos, papeleras y contenedores. El director del área de Juventud hizo ayer un llamamiento a los jóvenes que acudan al botellódromo a que utilicen estos elementos y precisó que la limpieza por parte de los operarios de Limasa se efectuará a mano.

En julio de 2009 la junta de gobierno local del Ayuntamiento de Málaga aprobó eliminar la zona de botellón en el Paseo de los Curas y prohibir esta práctica en todo el término municipal ante la imposibilidad de trasladar este espacio, que estuvo afectado por las obras del puerto. Con esta medida, Málaga se unió a las ciudades españolas donde no está autorizada la práctica del botellón, que desde 2006 se celebraba en la avenida situada junto al puerto en la capital, tras no alcanzarse un acuerdo entonces para habilitar un área en el propio recinto portuario.

Por otra parte, el 32% de las denuncias de la Policía Local por incumplimiento de la ordenanza de convivencia ciudadana, que entró en vigor hace seis meses, han estado motivadas por la ingesta de alcohol en la vía pública; un aspecto que incluye esta ordenanza que vela por garantizar la convivencia en la ciudad. De las más de 4.300 sanciones interpuestas por incumplir este documento, 1.400 estuvieron motivadas por el botellón, según aseguró recientemente el Consistorio.