El Ayuntamiento pide un cercanías que llegue a los Alhaurines y Coín

El Ayuntamiento de Málaga ha esperado hasta el último momento para presentar sus observaciones al documento impulsado por la Junta de Andalucía para ordenar el crecimiento futuro del área metropolitana. Y lo hizo justo cuando finalizaba el plazo, ayer. El informe de alegaciones pone objeciones a los grandes proyectos planteados en el POT, tales como las reservas de suelo para la construcción de vivienda de protección oficial (VPO) y la plataforma logística dibujada como complemento a la actividad del puerto. También exige que se prevean las futuras línas de Metro y otro Cercanías que conecte la capital con los Alhaurines y Coín.

El objetivo, no obstante, es, según indicó el alcalde, Francisco de la Torre, que se alcance un consenso en las diferencias que aún existen para que así "tengamos un buen Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y un buen POT".

A pesar de estas discrepancias, el alcalde, Francisco de la Torre, destacó la necesidad de alcanzar el consenso en la mayor parte de las intervenciones, al objeto de que el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) de la ciudad "cuente con el respaldo de la Junta", administración a la que compete la aprobación definitiva".

El informe municipal es contrario a localizar en un mismo lugar grandes cantidades de VPO, con hasta el 60 por ciento de las edificaciones. Este es el argumento que emplea para rebatir la reserva que se propone en Campanillas, al considerar más adecuado el reparto de las viviendas sociales en diferentes sectores. En cuanto a los terrenos de Lagar de Oliveros, el equipo de gobierno recuerda que el Plan General ya prevé un uso semejante.

Mayor contundencia se muestra contra el puerto seco de Campanillas, al considerar la ubicación es "inadecuada" por su orografía y la inaccesibilidad ferroviaria, al tiempo que critica "la desproporción" del suelo reservado sin estudio.

Otro elemento del POT criticado es la figura del área de interés territorial, con la que se trata de proteger del uso residencial la mayoría de los suelos no urbanizables de la capital, entre los que se encuentran los existentes al norte de la ronda este, donde el PGOU prevé medio millar de viviendas de lujo. El Consistorio se queja de que se adopte esta medida "sin ningún estudio ambiental que lo justifique" y precisa que entre sus consecuencias está impedir la reurbanización de ciertos suelos, como los ya consolidados en la Sierra de Churriana, que el Plan "quiere legalizar", y la edificación "bajo estrictas condiciones paisajísticas y cargas de reforestación y equipamiento".