El Ayuntamiento niega cambios "sustanciales" en los chiringuitos

La concejal de Playas asegura que no se pararán las obras pese al informe de la Junta

La concejal de Playas hace dos semanas en la cubierta de uno de los nuevos chiringuitos de La Caleta.
La concejal de Playas hace dos semanas en la cubierta de uno de los nuevos chiringuitos de La Caleta.
R. Garrido Málaga

16 de abril 2013 - 01:00

Las obras de los nuevos chiringuitos que se están construyendo en las playas de La Caleta y La Malagueta se enfrentan a una posible sanción por modificaciones "sustanciales" con respecto al proyecto original y, sin embargo, la concejal de Playas en el Ayuntamiento de Málaga, Teresa Porras, niega que se haya cambiado algo sobre lo inicialmente autorizado, por lo que dijo que no paralizará los trabajos que ya están a punto de finalizar

Ni se ha modificado nada en los chiringuitos del litoral este ni se ha empezado la obra de uno de los establecimientos de la zona de Guadalmar. La edil aseguró ayer a este periódico que en el primer caso todo se ha hecho conforme a lo que tanto la Demarcación de Costas como la Junta de Andalucía han aprobado y "no voy a poner un parche al problema hasta que los técnicos valoren si efectivamente algo se ha hecho mal".

La Delegación provincial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de Málaga, sin embargo, ha detectado modificaciones que considera "sustanciales" con respecto al proyecto inicialmente aprobado y ha remitido un informe a la Dirección General de Prevención, Calidad Ambiental y Cambio Climático de la Junta en Sevilla para que determine si estas irregularidades podrían conllevar la apertura de un expediente sancionador.

Una de ellas es la construcción en todos ellos de un recinto en la cubierta para ubicar las bombonas de gas, lo que supondría el uso de la terraza pese a que Costas y la propia Delegación provincial de Medio Ambiente de la Junta han reiterado que se trata de "un espacio impracticable".

El informe determina, además, que deben eliminarse las barandillas proyectadas en las cubiertas, como el Gobierno autonómico ha recordado al Consistorio de la capital hasta en cinco ocasiones, y rebajar la altura del casetón del ascensor y de la chimenea también ubicados en la cubierta dado el impacto visual que provocan. La Junta considera incluso que al no estar autorizada la accesibilidad ni la posibilidad de uso de la cubierta superior de estos chiringuitos como terraza diáfana "técnicamente es viable reducir tanto la altura de la chimenea hasta la cota de cubierta como la del casetón del ascensor".

Porras ni siquiera reconoce que se haya producido algún tipo de irregularidad en el inicio de las obras de uno de los chiringuitos de Guadalmar, que empezó la semana pasada a hacer movimientos de tierra sin disponer del acta de replanteo que la Junta no le otorgó hasta el pasado viernes. "Allí solo se ha hecho una cata porque que yo sepa una obra empieza cuando se echa hormigón o gravilla", señaló la edil.

Sin embargo, los inspectores de la Junta comprobaron el pasado lunes que se ha realizado una excavación de tres metros de profundidad y que se ha producido una ocupación de la playa de casi 300 metros cuadrados. Pese a no contar con el acta de replanteo, un cartel colocado en el perímetro informa de que la obra cuenta con la licencia municipal.

Ante la gravedad de la situación, Porras solicitó una reunión con el delegado provincial de Medio Ambiente, Javier Carnero, que tendrá lugar mañana.

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