El Ayuntamiento pone en servicio otros 44 cubos soterrados en el centro

Los vecinos del entorno de la Alameda Colón y el Muelle Heredia de Málaga dispondrán a partir del próximo miércoles de 44 nuevos contenedores soterrados. Serán los primeros que el Ayuntamiento de la capital pone en marcha dentro de la segunda fase del plan municipal, que prevé 56 puntos más en el centro histórico para la recogida selectiva de los distintos tipos de residuos.

El área de Medio Ambiente informará a las asociaciones de vecinos de la zona en los próximos días de que el martes será el último día en el que podrán depositar la basura en los contenedores convencionales, en los que se colocarán carteles avisando de los cambios.

Los 44 cubos estarán divididos en 11 puntos que han sido instalados en la plaza de La Marina, calle Tomás de Heredia esquina con calle Trinidad Grund, Alameda de Colón esquina con Alameda Principal, Alameda de Colón esquina con Pasaje Valencia, Alameda de Colón esquina con avenida Manuel Agustín Heredia, Alameda de Colón esquina con calle Pinzón, calle Casas de Campos, calle Pinzón, calle Casas de Campos esquina con calle Somera, calle Córdoba con calle Duquesa de Parcent, y calle Poeta Alonso Canales.

Las obras de esta segunda fase del plan municipal que el Ayuntamiento está llevando a cabo en el centro histórico de la ciudad comenzaron el pasado mes de marzo. La empresa constructora SUFI, del grupo Vallehermoso, es la encargada de ejecutar estos trabajos que cuentan con una inversión de 1,7 millones de euros.

El área que dirige la concejal de Araceli González contempla un total de 230 nuevos contenedores de vidrio, envases, cartón y materia orgánica.

Una vez que concluya esta segunda fase, la capacidad de almacenamiento en el casco antiguo de la ciudad pasará de los casi 160.000 litros de los diferentes tipos de residuos que hay en la actualidad con los 39 recipientes de la primera fase a más de un millón de litros. La primera fase entró en funcionamiento en febrero de 2007 y se invirtió unos 360.000 euros para instalar un total de 14 puntos.

Pero el tamaño de las bocas de los primeros contenedores eran demasiado pequeñas para la cantidad de residuos que generan los establecimientos hosteleros de la zona e inmediatamente se multiplicaron las quejas.

El ayuntamiento tuvo que subsanar entonces estos problemas técnicos con múltiples reuniones entre la empresa de limpieza Limasa y los responsables de la adjudicataria. Al final hubo que agrandar las bocas de los contenedores y mejorar el mecanismo de subida y bajada de los recipientes subterráneos.

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