Movilidad

El BEI y sus 9 garantías en el Metro

  • Las condiciones del crédito hacen que el banco europeo sea el primero en la lista para cobrar cualquier préstamo por parte de las empresas que integran la sociedad concesionaria.

Las condiciones fijadas por el Banco Europeo de Inversiones (BEI) al préstamo de 325 millones de euros concedido a la sociedad Metro Málaga para la construcción del suburbano lo convierten en tutor absoluto sobre cada uno de los movimientos de la firma. Tanto es así que, de acuerdo con los documentos oficiales a los que ha tenido acceso este periódico, se garantiza el derecho a ser el primero en cobrar por parte no sólo de la concesionaria del proyecto, sino de cada uno de sus respectivos grupos.

Ésta es, de hecho, una de las nueve garantías establecidas a favor de la entidad financiera "para garantizar el cumplimiento de las obligaciones pecuniarias y financieras derivadas", cuya efectividad se prolonga al menos hasta el 15 de diciembre del año 2030, fecha en la que, según los datos, debe vencer el crédito actual. Entre las otras, por su valor estratégico para el órgano de crédito, destaca la inclusión de la "promesa de hipoteca sobre la concesión, que constituirá el BEI a petición del BEI ante determinados supuestos". De acuerdo con fuentes expertas consultadas, ello "le permite ejercer un control de tutela de la explotación a lo largo de todo el periodo".

Del mismo modo, ejerce una garantía "sobre la totalidad de los derechos de crédito de la sociedad relacionados con las cuentas del proyecto", incluyendo entre los mismos los ingresos, la reserva para el ejercicio de la deuda, la reserva para gastos de ampliación del material rodante e inversiones asociadas. Esta misma garantía, a modo de "primera prenda", se extiende a la "totalidad de las acciones, así como sobre los derechos de crédito de los accionistas frente a la sociedad". Ello supone que, llegado el momento, podría hacerse con la titularidad de las acciones.

Otra de las cláusulas relevantes en el debate sobre el peso del BEI en el futuro del proyecto es la inclusión de la cesión para pago "de todos los derechos del crédito de la sociedad frente a la Agencia de Obra Pública de Andalucía" derivados del denominado parámetro A, que mide la cuantía fija, de unos 70 millones de euros, que la Junta ha de aportar a la concesionaria al menos hasta finales de 2017.

Lo que se pone en evidencia es que, como cualquier otro banco, la red de condiciones fijadas garantizan en todo momento el cobro por parte de la entidad prestamista del dinero del Metro. Un escenario que afecta, muy por encima de la peticionaria del crédito, la concesionaria del suburbano, a la Junta de Andalucía. ¿Por qué? Aunque es Metro Málaga la titular de la deuda con el BEI, las condiciones incluidas en el contrato depositan sobre las arcas autonómicas el papel protagonista.

De acuerdo con los documentos oficiales que ha podido consultar este periódico, uno de los principios establecidos en la relación contractual del Gobierno andaluz y las empresas responsables de la construcción parcial de la infraestructura y su explotación comercial hasta el año 2042 es el de evitar a toda costa "el riesgo de liquidez", al que se llegaría si la sociedad no dispusiera de los fondos suficientes para "hacer frente en todo momento a sus obligaciones de pago".

"Mientras el contrato de crédito con el BEI permanezca en vigor, la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía se compromete a realizar en favor de la concesionaria las aportaciones económicas necesarias para que ésta atienda cualesquiera obligaciones de pago asumidas en virtud del contrato de crédito", sostiene el contrato. Al tiempo, durante el denominado periodo transitorio, acordado tras los nuevos aplazamientos en la puesta en funcionamiento del trazado, la agencia "se compromete de forma incondicional e irrevocable a realizar a favor de la concesionaria las aportaciones económicas necesarias para que ésta disponga con la antelación suficiente de los fondos necesarios para cumplir con sus obligaciones relativas a ratios establecidas en el contrato de crédito".

El citado periodo transitorio se extiende, inicialmente, hasta noviembre de 2017, en la previsión de que sea en ese momento cuando entre en servicio de manera completa el Metro hasta la Alameda y hasta el entorno del Hospital Civil. Una previsión de imposible cumplimiento, según reconoció meses atrás el propio consejero de Fomento, Felipe López, cuando hace apenas unas semanas aplazó a mediados de 2018 la llegada hasta el centro de la urbe. Esta circunstancia, conforme a las modificaciones contractuales últimas, supondría extender de manera automática el periodo transitorio hasta el año 2020.

El contrato del crédito fija la obligación de devolver el dinero recibido en 68 pagos trimestrales consecutivos, con un primer vencimiento el pasado 15 de marzo de 2014, situándose el último el 15 de diciembre de 2030. Según los datos de las cuentas oficiales de Metro Málaga, a lo largo de 2014, la sociedad amortizó 6.175.000 euros.

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