Los Baños del Carmen, en el punto de mira

Participación privada en la recuperación de los Baños del Carmen sí, pero no en cualquier condición. La hoja de ruta que marca la Dirección General de Costas ante la propuesta de los actuales concesionarios del enclave, una unión empresarial integrada por Vera y Acha, para actuar sobre el enclave a cambio de que se le permita construir un aparcamiento de rotación y un hotel, es clara. El responsable en Málaga del organismo estatal, vinculado al Ministerio de Medio Ambiente, Ángel González, resalta la necesidad de que la intervención planteada por los particulares cumpla con el proyecto aprobado en 2010.

A pesar de ello, aceptó la posibilidad de que se hagan ciertos ajustes que sea respetuosos con la legislación urbanística general y la de Costas en particular, en la línea de lo ya expuesto por el Ayuntamiento de Málaga, dispuesto a adecuar su plan especial de la zona a la iniciativa privada, especialmente en lo relativo al mantenimiento de los Astilleros Nereo y la conexión de los paseos marítimos Pablo Ruiz Picasso y de Pedregalejo mediante sendas peatonales por el interior del parque del antiguo balneario.

Otra clave en el proceso de negociación de los privados y las tres administraciones implicadas en este asunto (Ayuntamiento, Junta de Andalucía y Gobierno central) es la inversión que está dispuesta a realizar la concesionaria y qué porcentaje de la misma va a cubrir actuaciones de carácter público.

El presupuesto manejado por la concesionaria asciende a 14,1 millones de euros, incluyendo el parking para 150 plazas, valorado en 2,3 millones. Lo que no forma parte de esta cuantificación es el establecimiento hotelero ni la obra marítima, que puede alcanzar los 6 millones de euros. Una parte de la intervención que, todo indica, acabará exigiendo Costas como parte de la negociación.

Lo que sí parecen tener claro en el departamento estatal es que en función de a cuánto asciende el aporte de los privados, restando las inversiones que generen plusvalías, "pondrán obtener más o menos derechos sobre el título concesional". Es decir, más años de concesión o la rebaja del canon al que estén obligados. "Si hay acuerdo bien, si no habrá que abrirlo a otra colaboración privada o habrá que esperar unos años", añadió, al tiempo que fue gráfico en la explicación: "Si se ponen dos millones en la obra pública se tendrá menos derechos que si lo que se ponen son siete millones".

El trámite más complejo desde el punto de vista urbanístico tiene que ver no sólo con la adecuación de la actuación final al plan especial, lo que podría motivar la reformulación del mismo, sino también la necesidad de tramitar una modificación de elementos del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) para dar cabida al hotelero en unos terrenos ocupados ahora por un lavadero de coches. Y en este punto de la ecuación es clave el papel de la Junta de Andalucía. De un lado, por es la administración a la que compete dar el último visto bueno al cambio del planeamiento, y, de otro, porque la Consejería de Fomento deberá autorizar un posible cambio de ubicación de una de las paradas de la futura línea 3 del Metro de Málaga.

Sea como fuere, y dados todos los condicionantes existentes, se presume que a los muchos años ya transcurridos sin que la herida de los Baños del Carmen haya tenido sutura habrá que sumar alguno más.