Hace cuatro años nació una iniciativa, la limpieza de fondos marinos de la ciudad de Málaga, que un grupo de amigos de la universidad aficionados al submarinismo decidió poner en marcha "para hacer algo por Málaga y concienciar a la gente poco a poco de que el mar no es un estercolero". De este modo surgió la Asociación Universitaria de Actividades Subacuáticas (AUAS).

Desde entonces cada año un día del mes de septiembre se lleva a cabo la limpieza en la playa de Málaga que esté peor, situación que se determina después de visualizar cómo está el fondo marino de cada una. Ayer, se desarrolló esta actividad en el espigón de la Térmica. "Hemos visto que hay bastantes residuos, en última inmersión de rastreo vimos que había cantidad de vidrio de litronas, muchísimas latas, habíamos localizado vallas de obras y algunas urnas funerarias", indicó Paco Bautista, el presidente de la Asociación Universitaria de Actividades Subacuáticas.

Sin embargo, el mar estuvo ayer revuelto y con mar de fondo la visibilidad para los buceadores fue nula. Además, según explicó Bautista, "toda la suspensión está en el fondo y se va moviendo en sentido contrario al buceador y claro, te tienes que salir porque pillas un mareo impresionante".

En este sentido, Mario Bautista, el buceador más joven (15 años) que se sumergió para limpiar el fondo, señaló que "la visibilidad era muy regular, no se veía nada, incluso me he mareado, pero iba pegado a mi compañero y con una brújula. Hemos cogido bastante basura, una paleta, muchas latas, una zapatilla de deporte y una sandalia".

El personal estaba citado a las 9:00, pero la explicación de la inmersión duró hasta las 11:30 y fue a esa hora a la que entraron en el al agua, saliendo entre 45 y 60 minutos más tarde. El equipo, cuya seguridad lleva a "rajatabla", según Bautista, se divide en grupos organizados por banderas de colores en las que se situaba una persona que comprobaba que salieran, con el listado de los nombres, los 10 buceadores correspondientes a esa bandera.

Los submarinistas se sumergieron a una profundidad de cinco metros y estuvieron custodiados por el Club Malaka kayak, así como por Bomberos sin Fronteras (cuyo presidente, Miguel Rey, coordinó todo el equipo de seguridad) , GEAS de la Guardia Civil, GRES de Bomberos de Málaga, UBC de Cádiz, Cruz Roja del Mar, Salvamento Marítimo y Protección Civil. Asimismo, los submarinistas que participaron en la inmersión pertenecían a diversos colectivos, tanto de la asociación AUAS que promovió la iniciativa, como la Asociación Malagueña de submarinistas de la Virgen del Carmen, la sección subacuática de la Sociedad Excursionistas de Málaga y aficionados al submarinismo, tanto de Málaga como de otras provincias.

Por su parte, el director de distrito de la carretera de Cádiz del Ayuntamiento, Raúl Jiménez, mostró su interés por "agilizar la serie de permisos necesarios para intentar repetir esta experiencia no sólo una vez al año, sino que pueda hacerse antes y después del verano, ya que es cuando hay mucha afluencia de público y el espigón de la Térmica está muy castigado, tanto por las actividades de pesca diarias que producen una serie de residuos, como otra serie de actividades, ya que aquí meten caravanas también".

Aunque por las circunstancias este año ha sido en el que menos residuos se han sacado y no se ha podido extraer todo lo que habían visto, repetirán el año que viene para concienciar a la ciudadanía, difundir el submarinismo y para que el mar esté, por poco que sea, algo más limpio.

200