Málaga

Bienvenido, Mr. Phillips, a Málaga

  • A partir de este lunes los turistas de Reino Unido no tendrán que hacer cuarentena a su vuelta, sólo un test

Una joven recibe a sus amigas con un cartel que reza "bienvenidas".

Una joven recibe a sus amigas con un cartel que reza "bienvenidas". / Javier Albiñana (Málaga)

Si en la película estrenada en 1953 todo un pequeño pueblo del interior de España se adecentaba para recibir a un comité del Plan Marshall, este lunes el aeropuerto de Málaga se ha vestido casi como de costumbre para recibir a los primeros británicos que no tienen que hacer cuarentena al volver a Reino Unido. No vienen los británicos con un plan de ayudas, pero casi. El sector turístico hace tiempo que echa en falta al visitante de Reino Unido, que resulta imprescindible en las cuentas de resultados de hotelería, hostelería y otras empresas del sector servicios.

Hasta 29 vuelos llegan desde Reino Unido este lunes 19 de julio que los británicos han bautizado como “día de la libertad”. Desde Newcastle que aterrizó el primero recién pasada la medianoche a Mánchester, de donde procede el último vuelo británico, pasando por Londres, Birmingham o Glasgow. Peter llega con una camisa de lino naranja desde Londres. No hace mucho que dejó de ser teenager –joven de entre 10 y 19 años– y viene con su grupo de amigos a pasar una semana en Puerto Banús, “no habríamos venido si hubiésemos tenido que pasar cuarentena a la vuelta”. Graba desde su iPhone cómo entrevistan para la televisión a otro de sus amigos, todo es parte de la historia con la que fardarán a sus conocidos por redes sociales. “No tengo la vacuna puesta aún, pero con el test a la ida y a la vuelta es suficiente para no pasar la cuarentena”, afirma.

De Londres llegan también Ylba, Iola y Jessica. Tienen 16 años, “por eso no nos hemos vacunado aún, hasta los 18 no podemos”, lamentan. Pese a su corta edad es la tercera vez que vienen, les encanta “el sol, la playa y la comida de aquí” y vienen a visitar a unos amigos de sus padres que tienen una casa en Málaga.

Dos amigos se abrazan a la llegada de uno de ellos al aeropuerto. Dos amigos se abrazan a la llegada de uno de ellos al aeropuerto.

Dos amigos se abrazan a la llegada de uno de ellos al aeropuerto. / Javier Albiñana (Málaga)

A Mr. Phillips le espera un conductor fuera de la terminal de llegadas. Chris, como se llama, va con prisa, pero su mujer aún está dentro por lo que tiene que esperar. Tiene la tez olivácea y viene a Marbella, “tengo amigos allí, hacía tres veranos que no venía”, asegura. Está enfadado, lleva 45 minutos esperando el registro de pasaportes, colean los incómodos efectos de Brexit.

Los conductores de las empresas de transfers se quejan de lo mismo a los cronistas que están en el aeropuerto, “tenéis que preguntarles cuánto tiempo están esperando dentro”. “Es indigno que en un aeropuerto internacional como el de Málaga que vive del turismo haya sólo dos policías para comprobar los pasaportes, hay clientes que están esperando una hora”, denuncian.

Todo tiempo es poco para Luke, hacía dos años que no veía a su primo Paul, que está esperándole en el aeropuerto, “venía todos los veranos, pero en 2019 no pude venir y el año pasado con las cuarentenas no nos daba tiempo a volver al trabajo”, lamenta. Aún así, viven el reencuentro como si se hubiesen visto hace un par de semanas, “hablamos mucho por videollamada, tenía muchas ganas de venir, somos como hermanos”, asegura Luke. Paul, en cambio no tiene tantas ganas de volver a su Birmingham natal, “para alguna boda si acaso, pero en Benalmádena se vive mejor”, ríe.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios