Bolsas de empleo y cheques bebé para evitar pueblos fantasma

Sociedad · Diferencia de edad en la provincia

Alpandeire, Sedella y Pujerra son los tres municipios más envejecidos de la provincia. Cártama, Alhaurín de la Torre y Rincón, los más jóvenes, invierten en colegios y zonas deportivas.

Una señora mayor se aproxima a una vivienda en la localidad de Pujerra, donde el 33% de la población tiene más de 64 años.
Una señora mayor se aproxima a una vivienda en la localidad de Pujerra, donde el 33% de la población tiene más de 64 años.
Ángel Recio Málaga

30 de octubre 2016 - 01:00

En numerosos pueblos es más común ir a entierros que a partos y, en otros, las constantes risas de los niños dulcifican cualquier esquina. Son las dos caras de la moneda de una provincia en la que la edad media ronda los 40 años pero en la que hay extremos. El de los municipios envejecidos, con una alta tasa de ancianos y con un futuro más que incierto y el de los que atraen de manera continua a jóvenes que crean familias y miran hacia delante con optimismo. En los primeros los ayuntamientos están creando bolsas de empleo o cheques bebé para intentar no perder más población y en los segundos la mayor preocupación es que los centros educativos no se queden pequeños y construir instalaciones deportivas. Alpandeire, Sedella y Pujerra son, por este orden, los tres pueblos más envejecidos de Málaga, mientras que Cártama, Alhaurín de la Torre y Rincón de la Victoria son los más jóvenes.

"Estamos preocupados porque hay muy pocos niños y se muere la gente", lamenta María Dolores Bullón, alcaldesa de Alpandeire, donde la edad media es de 53,1 años, si bien un tercio de la población tiene más de 64 años, según los datos estadísticos obtenidos del portal Prisma de la Fundación Madeca. La regidora señala que "hay muchas casas vacías porque las personas mayores fallecen y sus hijos han emigrado y a lo mejor solo vienen en verano". Alpandeire apenas tiene 257 habitantes y escasos euros en sus arcas. Para que no se vayan los pocos jóvenes que quedan en el pueblo el Consistorio ha creado una bolsa de trabajo -financiada por la Diputación- en la que hay apuntada medio centenar de personas. Trabajan como peones o albañiles durante un mes o mes y medio para hacer apaños en el pueblo y, posteriormente, entra otro grupo. "No es mucho pero algo es algo", comenta la edil.

Enclavado en la Axarquía, Francisco Abolafio, alcalde de Sedella, no para de darle vueltas. "Por más que pensamos no vemos la forma de atraer a la gente joven", afirma. La única fórmula que, por ahora, les está dando resultado es una bolsa de empleo a la que destinan el 80% de su presupuesto y con la que contratan de forma temporal a 20 o 30 personas en labores de construcción o jardinería, pero está cogido con alfileres. En Sedella la edad media es de 52,3 años, es difícil vivir de la agricultura porque los terrenos son abruptos y los jóvenes se van a Vélez o a la capital. "Es un problema que nos preocupa a todos los alcaldes porque es bastante probable que en unas décadas se despueble la zona rural y de interior", vaticina Abolafio. Una muestra. En 2014 -último dato disponible en Prisma- nacieron cuatro niños y fallecieron siete personas.

Volviendo a la Serranía de Ronda, Pujerra es el tercer municipio con la edad media más alta de la provincia, situándose en 51,8 años. Francisco Macías, su alcalde, va incluso más allá. "Aquí lo que más se ven son personas de 80 años para arriba", bromea. En esta localidad de 294 habitantes todo el mundo se conoce y Macías, dentro de la incertidumbre sobre el futuro del pueblo, prefiere mostrarse optimista. "Llevamos dos o tres años con algunos matrimonios jóvenes y se ha producido un pequeño aumento de la natalidad. Tenemos jóvenes que han vuelto al pueblo con la crisis y siempre hay trabajillo aquí, sobre todo en la castaña, hasta el punto que hemos montado una fábrica para que los chavales se queden", explica el alcalde. En cualquier caso, tarea tiene por delante porque el 33,7% de su población tiene más de 64 años, el doble que la media provincial.

La edad media en Alcaucín, Alfarnatejo, Atajate, Comares y Genalguacil también supera el medio siglo y otro nutrido grupo de municipios lo están rozando, por lo que cada uno se busca la vida como puede para no acabar siendo un pueblo fantasma en apenas tres o cuatro décadas. En Cartajima, por ejemplo, donde la edad media es de 49,9 años, su ayuntamiento anunció el jueves que dará un cheque bebé de 3.000 euros por cada nacimiento con la condición de que los niños estén empadronados en el pueblo durante al menos sus cinco primeros años de vida.

En Cártama, el municipio más joven de Málaga con 36,4 años de media, ocurre todo lo contrario. "Los colegios se nos han quedado pequeños. Tenemos siete colegios y tres institutos y están todos masificados hasta el punto que hay 19 aulas prefabricadas", destaca Jorge Gallardo, alcalde de la localidad, quien indica que prevén ampliar varios de estos centros educativos. Cártama ha aumentado su población un 86% desde el año 2000, hasta rozar ahora los 25.000 habitantes, y el regidor reconoce que "nos vemos un poco desbordados". "Necesitamos parar, respirar y dar servicios a los ciudadanos porque si seguimos creciendo a este ritmo no podemos", añade Gallardo, quien justifica este boom en su cercanía con Málaga capital y en que el precio de la vivienda es más asequible, lo que ha provocado que muchos jóvenes de distintos puntos de la provincia se hayan trasladado a vivir allí.

Alhaurín de la Torre colinda con Cártama y el fenómeno es parecido. Su edad media es de 37,5 años y su alcalde, Joaquín Villanova, tiene claro por qué este municipio es sinónimo de juventud. "Nadie se va de la capital a vivir a un pueblo si éste no tiene atractivos y Alhaurín de la Torre los tiene. Posee un urbanismo sostenible y ejemplarizante, con 16 viviendas por hectárea, somos el municipio con más zonas verdes de la provincia, tenemos más de 55 instalaciones deportivas o una escuela de música", desgrana. Villanova afirma que no han crecido de forma desordenada y que han podido absorber sin problema haber duplicado su población. "Hemos crecido en 20 años lo que otros municipios han hecho en diez, pero no hemos querido crecer a un ritmo más alto. Hemos puesto menos viviendas por hectáreas aunque eso no fuera un atractivo para los constructores, exigido el doble de zonas verdes y no hemos promovido un modelo de ciudad de altura", narra el alcalde alhaurino, quien remarca que han creado nueve polígonos industriales generando 9.000 empleos en 20 años.

Encarnación Anaya, alcaldesa de Rincón de la Victoria, el tercer municipio más joven de la provincia, asegura que "cada vez vamos dejando más atrás la etiqueta de ciudad dormitorio" y subraya que el objetivo del consistorio es dar el mayor número de servicios posibles. La regidora afirma aliviada que "aunque nos vimos agobiados con muchas aulas prefabricadas en primaria el problema ahora está desapareciendo", si bien sí explica que la masificación está ahora en secundaria. De hecho, se está redactando un proyecto para hacer un nuevo instituto en Torre de Benagalbón. Su política mira, casi obligatoriamente, a la población joven y dedican cuantiosos recursos a parques infantiles, una piscina cubierta o una pista de skate. "Nos condiciona mucho, pero es positivo porque ahí está el futuro".

stats