Boticarios y PSOE rechazan que cualquiera pueda ser dueño de una farmacia

La intención del Gobierno de liberalizar las farmacias -lo que permitiría a cualquier persona física o jurídica ser propietario de una botica a diferencia de lo que ocurre en la actualidad en la que solo pueden serlo los farmacéuticos- sigue cosechando rechazos.

Ayer, el PSOE y el colegio que agrupa a estos profesionales expresaron su oposición al borrador de anteproyecto de Ley de Servicios Profesionales y defendieron el modelo actual de farmacia. "Las farmacias, desde nuestro punto de vista, tienen que seguir manteniendo este papel tradicional" dijo la diputada socialista por Málaga Trinidad Jiménez, quien apuntó que "son oficinas que contribuyen a generar y a proveer de una mayor calidad y salud a la ciudadanía".

Los dirigentes del Partido Socialista mantuvieron ayer una reunión con representantes del Colegio de Farmacéuticos. El presidente de la entidad colegial, Javier Tudela, también mostró su oposición al cambio legislativo que planea el Gobierno: "No genera ningún tipo de ahorro al sistema sanitario público y sí puede dar lugar a perjuicios ciudadanos por el posible cierre de oficinas de farmacia en lugares donde no sea viable económicamente".

El jueves pasado, la Asociación de Farmacias de Málaga (Aprofarma) ya estimó que de salir adelante la iniciativa del Gobierno central podrían cerrarse cuatro de cada cinco farmacias. Desde esta organización empresarial se sostiene que con la liberalización la Administración perderá el control sobre el medicamento ya que los oligopolios controlarán el mercado.

La parlamentaria andaluza Remedios Martel también defendió el actual sistema de ordenación farmacéutica porque "garantiza el acceso a la prestación farmacéutica en condiciones de igualdad y con las mismas garantías de calidad a toda la ciudadanía".