Málaga

Brite, la empresa que quiere acabar con las tarjetas del banco desde Málaga

Lena Hackelöer, CEO de Brite.

Lena Hackelöer, CEO de Brite. / M. H.

Desde el mismo centro de Málaga, en calle Larios, se gesta la tecnología que quiere hacer desaparecer las tarjetas bancarias de las carteras de todos los europeos y, por qué no, ciudadanos del mundo. En Brite, una empresa sueca de pagos instantáneos que llegó a Málaga en 2020 atraída por "el talento y el ecosistema" que se estaba generando en la ciudad, creen que su tecnología, que ya se usa ampliamente en el norte y el centro de Europa, es el futuro de los pagos entre usuarios y empresas

Brite se integra en la aplicación de los bancos –lo que garantiza la seguridad debido a la propia autentificación que requieren las entidades– y garantiza tanto los pagos del usuario a la empresa como las devoluciones de manera instantánea. Esta tecnología, que se vale del open banking permite ahorrar costes operativos, mejorar la experiencia del cliente, reducir el riesgo de fraude y eliminar las devoluciones de cargos, según indican desde la propia empresa, de ahí que lo vean como una alternativa a las tarjetas bancarias tradicionales.

El tech hubcentro tecnológico– de Málaga, la segunda oficina más grande de la compañía tras la de Estocolmo, cuenta con una veintena de trabajadores, de los que el 70% son ingenieros y desarrolladores de producto. "Estamos muy contentos con Málaga, buscábamos una ciudad donde asentarnos en el sur de Europa y nos gustó por la capacidad de generar talento, su Universidad y sus conexiones", explica Lena Hackëloer, la CEO (consejera delegada) y fundadora de Brite a Málaga Hoy en una videollamada desde Estocolmo. 

Otro de los puntos a favor de la ciudad, a la hora de instalarse fue el ratio entre el nivel de los ingenieros que salen de las universidades andaluzas y el coste, pero, apunta Hackëloer, la decisión de implantarse en Málaga no fue puramente económica. "Si hubiese sido por ahorrar en salarios, nos hubiésemos ido al Este de Europa, donde los sueldos son muy bajos; elegimos Málaga porque queríamos un lugar donde ser competitivos, que fuese atractivo para nuestros empleados por su calidad de vida y que además tuviese unos sueldos acordes a Europa". 

Si bien, temen más al cambio climático que al aumento de los precios si se cuestiona a su fundadora acerca de la posibilidad de marcharse: "No queremos irnos, sabemos que no podremos estar para siempre en calle Larios, pero queremos quedarnos en Málaga, estamos muy contentos; nos preocupa más que dejase de ser un lugar con gran calidad de vida porque hiciese demasiado calor con el cambio climático que la competencia económica, queremos competir en el ecosistema de las grandes tecnológicas que están en Málaga". 

Durante 2022, Brite duplicó con creces su volumen de transacciones e ingresos, y alcanzó la rentabilidad. Hoy, la empresa opera actualmente en 25 mercados de Europa y está conectada con más de 3.800 bancos dentro de la UE, llegando a más de 350 millones de consumidores finales.  Cada vez un mayor número de verticales confía en Brite, desde neobrokers y plataformas comerciales, hasta comercios electrónicos, venta de entradas, financiación al consumo, viajes, seguros, plataformas para trabajadores autónomos, etc.

De aquí a dos años, la empresa tiene en mente doblar la plantilla, gracias en parte a la ronda de financiación que ha terminado este mes de octubre en la que ha obtenido 60 millones de dólares. "Con este dinero pretendemos seguir creciendo en los mercados europeos y también seguir creciendo en el personal", asegura su consejera delegada. 

Brite utilizará la nueva financiación para acelerar su expansión geográfica, reforzar su presencia en los mercados existentes e invertir más en el desarrollo de productos. En particular, el capital impulsará el desarrollo de Brite Instant Payments Network (Brite IPN), una red propia que constituye la columna vertebral de la oferta de la empresa. Brite IPN facilita el procesamiento instantáneo las 24 horas del día, los 365 días del año, y ofrece ventajas significativas sobre los pagos bancarios abiertos tradicionales, como la recepción completa de los fondos y su rápida liquidación en nombre de los comerciantes, en la divisa seleccionada.

Todo esto, además, tendrá acento malaguita –pese a que en su oficina además de malagueños hay trabajadores de varias nacionalidades, desde suecos a latinoamericanos– y, de seguir así, se podrá decir que el fin de las tarjetas del banco también comenzó en calle Larios. 

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