Buscan a un malagueño de 31 años que lleva desaparecido desde el lunes
El joven dijo a sus padres que iba a dar un paseo por la playa y no regresó
MÁLAGA/José Carlos Castro, un malagueño de 31 años, lleva desaparecido desde el lunes. Su familia se encuentra “muy mal, desesperada”, y "ninguno de sus amigos sabe nada", asegura a este periódico su madre, Antonia Hidalgo.
Sobre las 19:45, el joven salió de su casa -situada en el Parque Mediterráneo, en el Distrito de Carretera de Cádiz- a dar un paseo por la playa y, desde ese momento, nadie de su entorno tiene noticias de él, lamenta la madre.
José Carlos había estado seis meses trabajando en unos almacenes, donde “tuvo muchos problemas y se puso mal. Llevaba con depresión y ansiedad más de un mes”, cuenta Hidalgo. Añade que hace cinco años su hijo sufrió un brote psicótico del que se recuperó y siguió haciendo vida con normalidad.
Hace unas semanas tuvo que darse de baja tras contagiarse de Covid-19 y, a causa de esto, el 31 de diciembre recibió la carta de despido, motivo por el cual decidió que quería “cambiar de aires” y, por ello, haría el camino de Santiago. Este acontecimiento también provocó que apagara el móvil para "desconectar", por lo que es imposible contactar con él, el teléfono sigue fuera de servicio.
Ayer, la madre se mostraba convencida de que su hijo no está haciendo el camino, ya que no se llevó los utensilios que días antes había comprado para el viaje. “Mi hijo no se ha ido a Santiago, ha pensado otra cosa y yo no sé dónde está”, manifiesta.
Cuenta también que el mes que viene quería irse a Irlanda para aprender inglés. Además, tenía la esperanza de que lo contratasen en un hotel que le había buscado una amiga. Pero, finalmente, no lo aceptaron. Otro motivo por el que Hidalgo cree que se ha desmotivado.
Este jueves, el padre de José Carlos ha encontrado en una libreta varios mensajes que les había dejado su hijo: "No podía dejar escapar este tren. Me voy con un viejo amigo al que también le gustan los viajes como a mí. Es algo que necesitaba hacer, una experiencia que hay que hacer al menos una vez en la vida. Perdonad por el desorden. Se me ha ido un poco de las manos con la tarjeta de crédito, pero dudo mucho que la vaya a necesitar. Os llevaré siempre en mi corazón. Cuidaos mucho, os quiero familia".
Antes de salir por última vez de su casa, Hidalgo recuerda que José Carlos le pidió a su padre, que se encontraba en el salón, que cerrase los ojos porque tenía que pasar con los regalos de Navidad -que no pudo entregar el día de Reyes porque se encontraba confinado- y no podía verlos. Una excusa para salir con una mochila y no llevarse las llaves, asegura la madre.
El joven mide 1,80, es de complexión delgada, pelo rapado, ojos verdes y cuando se fue, llevaba un pantalón corto de color azul oscuro, una mochila del mismo color y una chaqueta. La familia pide que, si alguien lo ve, llame a la Policía Nacional o al teléfono de emergencias 112.
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