CCOO critica que Málaga ha perdido 370 camas hospitalarias públicas en cinco años
El sindicato presenta el balance económico de la situación sanitaria de la provincia
El secretario general del sindicato de servicios sociosanitarios de CCOO Málaga, Rafael González, ha explicado este miércoles que, como consecuencia de los recortes que se han producido en la sanidad pública andaluza, Málaga ha perdido 370 camas hospitalarias en los últimos cinco años.
González, que ha presentado el balance económico de la situación sanitaria de la provincia, ha añadido que la sanidad privada está "quitando terreno" a la pública, pues desde 2012 -cuando CCOO presentó el primer informe- ésta ha aumentado en 77 camas: "Málaga es la que tiene más camas privadas de toda la comunidad autónoma".
Así, ha apuntado que el 36,98% del total de camas privadas que tiene Andalucía se encuentran en Málaga, mientras que sólo el 16,70% del total de camas públicas de Andalucía está en la provincia malagueña.
Por otro lado, en cuanto al número de camas públicas en relación con la población de la provincia malagueña "desde 2003, se ha pasado de tener 19,31 camas por cada 10.000 habitantes, con una población de 1.374.890; a tener en 2017 un ratio de 15,47 camas por cada 10.000 habitantes, pero con una población de 1.629.298 personas".
En este sentido, González ha informado de que "continuamos siendo la última provincia de Andalucía en el indicador de camas por habitantes. En la actualidad sería necesario aumentar 483 camas para alcanzar la media andaluza", que se encuentra en 18,44 camas por cada 10.000 habitantes.
Para conseguir la media nacional, sin embargo, se necesitarían 818 camas hospitalarias más, ha añadido González tras explicar que España tiene el ratio más bajo de Europa. Así, el secretario general del sindicato de servicios sociosanitarios ha hecho un paralelismo y ha explicado que "si Málaga es la provincia con el indicador más bajo de España, y España tiene el peor ratio de Europa, podemos decir que Málaga tiene la peor tasa de la Unión Europea".
Por otra parte, González ha insistido en que en Málaga se han perdido 1.893 plazas de empleo público sanitario en todas las categorías desde 2009. "En ninguna otra provincia ha habido un recorte tan pronunciado", ha asegurado.
"Hasta que no recuperemos el personal que hemos perdido en estos años, no volveremos a disfrutar de una buena sanidad pública", ha especificado el responsable de Juventud de servicios sociosanitarios del sindicato, Álvaro Sánchez.
Como consecuencia de los recortes provocados por la crisis, ha explicado González, se ha instaurado en el SAS una política de no contratación de las bajas, permisos reglamentarios y vacaciones. Esta política, ha continuado, se traduce en el cierre de camas durante el verano, en una "nula" contratación en los centros de salud y consultorios en Atención Primaria, y en una disminución de los refuerzos de verano.
En 2017, según ha reconocido el secretario general de servicios sociosanitarios de CCOO de la provincia, la situación sanitaria del verano "ha mejorado" gracias al aumento de presupuesto para sustituciones de profesionales durante el verano en unos 13 millones de euros.
Así, si en 2016 en verano se cerraron 433 camas, en el periodo estival de este año se han cerrado 95, lo que supone una reducción en este sentido del 78% respecto al año anterior.
"Con este cambio en la política del SAS parece que por fin la Consejería de Salud ha estado receptiva a las peticiones que se han llevado a cabo desde diversos ámbitos", ha dicho González tras explicar que también se está produciendo un aumento en la plantilla de la Atención Primaria, "pero el camino es largo".
Listas de espera
En cuanto a las listas de espera, Rafael González ha informado de que "hemos dejado de ser los últimos, pero no porque hayamos mejorado, sino porque hay dos provincias que han empeorado: Huelva y Granada". Así, en la provincia malagueña existe un "deterioro asistencial", provocado por la demora en las intervenciones quirúrgicas, en las pruebas diagnósticas y las consultas externas.
Las consultas externas constituyen "el verdadero tapón" de la sanidad malagueña, pues "si disminuye, se incrementa el número de pacientes derivados a intervenciones y a pruebas diagnósticas", ha asegurado González. Por ello, "en lugar de fijarnos en la demora media debemos hacerlo en el número de pacientes".
Con relación a las agresiones físicas y verbales, ha apuntado que en los últimos diez años se han producido 2.041 en la provincia malagueña. Así, el 13,10 por ciento de la plantilla sanitaria del SAS ha sufrido una agresión alguna vez, "cuando la media andaluza no llega al diez por ciento", ha insistido.
Propuestas
En cuanto a las propuestas de mejora de la sanidad en Málaga, González las ha resumido en un plan de choque basado en la reapertura urgente de las plantas cerradas en los hospitales malagueños y que las inversiones del Plan Costa del 2017 se mantengan durante todo el año; el crecimiento por encima de la tasa de reposición para recuperar los puestos de trabajo perdidos; y una reordenación en la asistencia especializada.
En esa reordenación, ha incluido la construcción de un hospital en los terrenos traseros del Hospital Materno Infantil. La dotación de este nuevo Hospital Regional de tercer nivel estaría en torno a 800 camas.
Además, el balance de la sanidad pública de CCOO también ha considerado la reconversión de los pabellones A y B del actual Hospital General en un hospital comunitario con una dotación de 500 camas; y construir en la zona este de Málaga un Chare.
Este plan por fases que, según han indicado, "completaría el mapa sanitario malagueño" en un periodo de entre seis y ocho años, tendría un coste aproximado de 150 millones en el caso del nuevo Hospital Regional; 50 millones de euros en la reconversión; 30 millones de euros en la creación del Chare; y 15 millones de euros en la remodelación del Hospital Marítimo.
Medidas provisionales
Con anterioridad a las propuestas mencionadas, ha indicado González que, en primer lugar, deberían llevarse a cabo unas medidas provisionales ya que, "aunque las otras fuesen aprobadas, necesitarían un largo periodo para ser una realidad".
Por ello, ha abogado por unas medidas transitorias para que la sanidad malagueña "deje de ocupar el último lugar en la realidad sanitaria andaluza".
Así, la principal propuesta del sindicalista es el aumento de las camas disponibles en unas 300 o 400 para poder absorber el incremento de actividad asistencial. Esto se realizaría con la apertura del total de camas disponibles del Hospital del Guadalhorce y el HAR de Benalmádena, con lo que se aumentaría la disponibilidad de 80 camas. Así como alrededor de las 20 que hay sin utilizar en los hospitales Regional y Civil.
Además, ha propuesto realizar un consorcio con el Hospital San Juan de Dios "algo que se está haciendo en Sevilla". Este hospital cuenta con 398 camas, de ellas "podríamos disponer de 200". Sumando todas estas, ha asegurado González, tendríamos las que necesitamos.
El consorcio, ha explicado, supondría que el hospital, aunque es privado, se gestionase de forma pública y cediera parte de su capacidad.
Otra de las propuestas provisionales es continuar con la política de sustituciones iniciada durante el verano de 2017 para que la actividad asistencial no se resienta, no se cierren camas y la actividad quirúrgica se mantenga, ha señalado. Para ello es necesario un porcentaje de sustituciones cercano al 80% de la plantilla ausente.
Así, también han aludido a la necesidad de aumentar la plantilla aunque no haya nuevas infraestructuras. Esto es, con un horario distinto al habitual y, por tanto, trabajando por las tardes, con lo que se incrementaría la actividad asistencial en consultas externas, cirugía mayor ambulatoria y actividad quirúrgica.
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