Desde el lunes pasado, hay una huelga indefinida en ASM Ambulancias. La respaldan CCOO y CSIF para exigir mejores condiciones laborales y la aplicación del convenio. La empresa –que tiene 580 trabajadores– realiza para el Servicio Andaluz de Salud (SAS) los traslados de pacientes urgentes y altamente dependientes en tratamientos oncológicos y hemodiálisis, así como aquellos intercentros y de enfermos críticos, entre otros.

CCOO sostiene que el convenio está atado a una licitación del año 2014, lo que provoca un “empeoramiento de las condiciones salariales”, recortes de derechos y falta de seguridad en el trabajo. Además, el sindicato denuncia que falta personal ante el aumento de la demanda derivado de la pandemia.

Por su parte, CSIF asegura que los servicios mínimos “impuestos” por la Administración son “abusivos” ya que son del 50% en las ambulancias destinadas al transporte programado y del 100% en el resto.

A su vez, la empresa sostiene que el seguimiento de la huelga “es nulo” y que las únicas incidencias que se están produciendo “son los sabotajes a vehículos, como son ruedas pinchadas, coches pintados y las presiones a los trabajadores en las puertas de los hospitales”. ASM Ambulancias “condena estos hechos, máxime cuando ya se ha llegado a un acuerdo con UGT (sindicato mayoritario en Andalucía) y con varios de los sindicatos minoritarios de la provincia de Málaga”.

El conflicto lleva ya enquistado varios meses. Los sindicatos han protagonizado marchas y concentraciones. Incluso alcanzaron un preacuerdo en el Sercla el 7 de enero. Pero las asambleas celebradas unos días más tarde rechazaron ese principio de acuerdo e insistieron en reclamar “condiciones laborales dignas” para el personal.