El CEIP Picasso de Fuengirola lleva un año con el muro de Infantil vallado

Los padres hacen hoy una cacerolada en la Delegación de Educación para pedir un edificio digno

El CEIP Picasso de Fuengirola lleva un año con el muro de Infantil vallado
El CEIP Picasso de Fuengirola lleva un año con el muro de Infantil vallado
C. Fernández · E. Moreno Málaga

30 de marzo 2016 - 01:00

La lista de desperfectos es tan grande que un folio a doble cara se queda pequeño, según relata Susana Cortés, presidenta del AMPA del colegio público Pablo Ruiz Picasso de Fuengirola. Pero, por encima de grietas, azulejos caídos, estructuras metálicas oxidadas e instalación eléctrica obsoleta, lo que les parece más sangrante a los padres es que el muro del patio de Infantil lleve un año vallado por razones de seguridad y no se haya puesto ninguna solución por el momento. Por ello y para reivindicar un edificio digno en el que estudien sus 225 alumnos, esta mañana van a realizar una cacerolada de protesta en la Delegación de Educación.

"Estuvimos en el parlamento andaluz, se aprobó una PNL con propuestas de arreglar el colegio en algún momento, pero como no hay obligatoriedad de cumplirla tenemos que seguir presionando", comenta la presidenta del AMPA, que también manifiesta cómo las familias "nos sentimos desprotegidos, abandonados y muy indignados debido a la nula atención que hemos recibido de la Delegación de Educación y de la deficiente actuación por parte del Parlamento andaluz".

Hace un año el Ayuntamiento de Fuengirola mandó a peritar el muro del colegio después de las numerosas demandas de la comunidad educativa. Determinó que se vallara por seguridad. "Ahora ha venido otro peritaje que nos dice que el muro está en peor estado que cuando se determinó que era peligroso", explica Susana Cortés. "Y llevamos un año entero con unos niños de 3, 4 y 5 años que tienen que hacer su recreo en un sitio acordonado porque no es seguro, es algo que sobrepasa los límites", agrega. Los padres comentan que el muro está agrietado entero y que al ser un tabique continuo de unos 300 metros lineales, se podría caer entero.

"El colegio se cae a pedazos y esto es literal, se caen los azulejos, tiene grietas de arriba a abajo, de norte a sur en techos completos, le hace falta una reforma integral", reivindica la presidenta del AMPA. El centro, con medio siglo de antigüedad, ha sufrido también efectos de los últimos seísmos. "Se cayó una farola vieja que había", dice Cortés.

También recuerda que hubo dos hundimientos en el colegio, en los años 2002 y 2005. Entonces se evacuaron los alumnos -esto ocurrió en periodo lectivo- y "se puso una viga de contención y ya está". Según relatan los padres, el edificio está situado en unos terrenos por los que antes pasaba un arroyo y la humedad del subsuelo y su falta de ventilación provoca el movimiento del hormigón, las rajas, algunas de más de un centímetro de grosor, y los desniveles del suelo.

Afirman que las pendientes del suelo están invertidas y que el agua de lluvia entra dentro de los edificios, que las instalaciones eléctricas son deficientes y que los enchufes están, en algunos casos, con el cableado sin cubrir, además de que puertas y ventanas de hierro o aluminio no abren ni cierran. Igualmente critican los padres que el colegio esté lleno de barreras arquitectónicas, que no tenga rampas o ascensor y que los baños no estén adaptados. Además, lamentan no disponer de gimnasio o sala de usos múltiples por lo que tienen que salir del centro para cualquier actividad. "Nuestros hijos son ciudadanos andaluces y exigimos que estudien en las mismas condiciones que cualquier niño de otro centro", demandan.

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