El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, subrayó ayer en Málaga que es "imprescindible" modificar el procedimiento criminal y "conferir al Ministerio Fiscal aquellas funciones que por su naturaleza han de corresponderle, como ocurre ya en otros países del entorno". Caamaño, que intervino en el congreso del vigésimo quinto aniversario de la Unión Progresista de Fiscales (UPF) que se ha celebrado bajo el lema Extranjería y Derechos Humanos, resaltó que "no hay modernización de la Justicia sin una nueva Ley de Enjuiciamiento Criminal".

Explicó que se ha constituido ya un "grupo de trabajo" para elaborar "una reforma integral no de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, sino del proceso penal, que es algo más serio". Las propuestas "avanzan a buen ritmo y pronto habrá un primer borrador de anteproyecto" con "la atribución de la investigación al fiscal, la regulación de la segunda instancia penal, la articulación del nuevo modelo de casación o el reconocimiento expreso de las garantías de derechos y libertades de los ciudadanos".

También habrá que estudiar cuáles son "las normas necesarias y los cambios para poner en marcha la nueva Oficina Fiscal y dónde se sitúa a los jueces de instrucción dentro del sistema judicial ordinario". El ministro también planteó la necesidad de "separar las salas de lo Civil y lo Penal de los Tribunales Superiores de Justicia para tener salas de lo Penal que sean verdaderas segundas instancias, reservando al Tribunal Supremo para una casación en sentido estricto del concepto".

Caamaño espera contar con un "trabajo técnicamente coherente y riguroso" para conseguir una ley "homologable a la de otros sistemas democráticos" que reciba "un gran respaldo" en el Parlamento, porque las buenas leyes "son las que no son cuestionadas por nadie". El ministro abogó además por "crear tribunales de primera instancia", de forma que, "donde hay unos juzgados 1, 2 ó 3, haya un tribunal único servido por varios jueces". En ese modelo es necesario "ver cómo se encaja el diseño de la nueva Oficina Fiscal y la relación que debe existir entre la creación de fiscales y de nuevos órganos". El "producto final", según Caamaño, será una reforma con la que "se fortalece la respuesta penal frente a determinadas conductas y se flexibiliza el cuadro de penas para que en cada caso la respuesta punitiva sea la más apropiada y eficaz".

Respecto al plan de modernización de la Justicia, indicó que "no va a entrar en crisis" pese a la actual coyuntura económica y que "se mantiene en los objetivos previstos hasta el año 2012". El ministro expresó su reconocimiento a la labor de la UPF en estos veinticinco años "en los que ha cambiado el país y la sociedad", pero el Ministerio Fiscal ha continuado "fiel a su finalidad".

Por otra parte el titular de Justicia criticó al Partido Popular por decir que hay fiscales que no cumplen sus funciones o que cometen fraude fiscal. En su opinión lo que la oposición hace es "defraudar a todos los españoles", al tiempo que subrayó que "hacer política y cortoplacismo en estas cuestiones no es bueno porque lo que está detrás son las instituciones democráticas" y "no hay democracia sin instituciones democráticas".