Cacerolada ante la Delegación del Gobierno de la Junta

Con una atronadora cacerolada, cerca de 300 manifestantes concentrados ante la Delegación del Gobierno andaluz en Málaga han manifestado esta tarde su rechazo a los recortes impuestos por la Administración autonómica. "Manos arriba, esto es un atraco", han coreado los participantes en la protesta, convocada por UGT y CCOO.

Golpes a cacerolas y bocinazos han servido para dejar patente el malestar de los trabajadores de la Junta de Andalucía por la reducción de sus salarios como consecuencia del plan de ajuste anunciado hace un par de semanas.

Los manifestantes desplegaron una gran pancarta en la que podía leerse: "Empleados públicos=trabajadores en peligro de extinción". La protesta, que cierra una semana intensa en movilizaciones, se ha desarrollado bajo la vigilancia de varios policías nacionales.