Cae una red que explotaba a mujeres y manipulaba cajeros

Una de las víctimas puso a la Policía sobre la pista tras ser localizada llorando en la estación de tren de Sevilla

R. L. Málaga

28 de agosto 2013 - 01:00

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado en Málaga una organización dedicada a captar mujeres y trasladarlas a España para su explotación sexual en clubes y casas de citas de Málaga y han detenido a un total 13 personas. Una de las víctimas de la organización, que consiguió escapar, fue la que puso a la Policía sobre la pista, tras ser localizada llorando en la estación de tren de Sevilla. La mujer había sido "vendida" a la organización en Rumanía por su propia pareja sentimental, según indicaron desde la Policía Nacional. Los proxenetas regentaban dos locales de alterne en los municipios malagueños de Fuengirola y Mijas, este último destinado a clientes de muy alto poder adquisitivo. Además, los miembros de la organización perpetraban delitos contra el patrimonio en cajeros automáticos por el método del "tenedor", con el que se consigue retener el dinero.

La investigación comenzó el pasado mes de mayo, cuando agentes de la Policía Nacional que patrullaban por la estación de tren de Santa Justa, en Sevilla, observaron a una mujer llorando. Al acercarse para ayudarla, "ésta explicó que había huido de una organización que la obligaba a ejercer la prostitución contra su voluntad", apuntaron los agentes.

La joven también explicó que había sido vendida en Rumanía por su propia pareja sentimental a una organización que la trasladó a un piso de Bucarest. "En ese piso comenzaron las agresiones, ya que, la víctima, fue encerrada en una habitación, donde fue amenazada, golpeada e incluso violada y donde le comunicaron que a partir de ese momento ella era propiedad de la organización y debía ejercer la prostitución para ellos", ha indicado la Policía.

Días más tarde fue traída a España, concretamente a Fuengirola, donde fue obligada a ejercer la prostitución en un club de alterne. Según los agentes, "en todo momento estaba acompañada por sus explotadores, quienes, al final de cada jornada, se encargaban de recoger todas las ganancias obtenidas. En estas condiciones permaneció hasta que, en un descuido, consiguió escapar de sus explotadores y llegó a entablar contacto con la Policía en Sevilla", han añadido.

Los investigadores averiguaron que la organización, además de a la trata de mujeres con fines de explotación sexual, se dedicaba también a la colocación de "tenedores" en cajeros automáticos, para lo que contaba con miembros especializados. Este tipo delictivo consiste en instalar en cajeros automáticos de entidades bancarias un dispositivo que atrapa el dinero de los clientes, que creen que el cajero sufre algún tipo de anomalía.

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