Málaga

Cae una red que robaba droga a narcos fingiendo ser agentes

  • En la operación se han recuperado 800 kilos de hachís, 31 vehículos de alta gama, cuatro armas de fuego y material electrónico

La Guardia Civil ha detenido a 12 personas, todos ellos de nacionalidad búlgara, como presuntos integrantes de una peligrosa organización dedicada al robo de vehículos de alta gama que, una vez preparados con localizadores, eran vendidos a organizaciones de narcotráfico a las que posteriormente robaban la droga fingiendo ser agentes de los Cuerpos de Seguridad, según informó el Instituto Armado en un comunicado de prensa.

A los detenidos, nueve hombres y tres mujeres, se les imputan diversos delitos de tenencia ilícita de armas, falsificación de documentos, tráfico ilícito de vehículos y delitos contra la salud pública. En la operación Electron, desarrollada en Málaga, Valencia y Alicante, se han recuperado 800 kilos de hachís, 31 vehículos de alta gama, cuatro armas de fuego y gran cantidad de material electrónico empleado en los robos de vehículos.

Las investigaciones se iniciaron en febrero de 2011, tras localizarse una nave en un polígono industrial de la localidad de Picassent (Valencia) donde la red guardaba y preparaba los vehículos que sustraían con sistemas electrónicos y de localización.

En el momento en el que la Guardia Civil practicaba el registro de la nave, dos personas de la organización que no se habían percatado de la presencia de los agentes intentaron acceder a ella. Ante su sorpresa y al pretender darse a la fuga en un vehículo, una de ellas fue detenida, mientras que el conductor logró huir del lugar tras atropellar a uno de los guardias civiles que intentaba detenerle y que resultó gravemente herido. En el registro de la nave se intervinieron además armas de fuego, 70 pasaportes falsificados, multitud de sistemas electrónicos para el robo de vehículos, placas de matrícula falsificadas, vehículos sustraídos, entre otros.

En ese momento, la Sección de Delincuencia Organizada del Automóvil de la Guardia Civil se hizo cargo de la operación, que desarrolló una compleja investigación, debido a la gran movilidad y medidas de seguridad que adoptaban los miembros del grupo, se averiguó que su principal actividad delictiva consistía en robar vehículos de alta gama a los que les instalaban sistemas electrónicos y se los vendían a bandas de narcotraficantes.

De esta forma, los tenían localizados en todo momento y, cuando la organización tenía conocimiento de que los traficantes eran poseedores de importantes partidas de droga, provistos de placas de policía, luces lanza-destellos, chalecos identificativos de Cuerpos de Seguridad, les robaban la mercancía, según la misma fuente. Asimismo, la organización también robaba vehículos de alta gama que posteriormente trasladaba por carretera a Bulgaria, vía Alemania, donde eran comercializados. Para cometer estos robos, la red, que era experta en sistemas electrónicos, iba provisto de escáneres detectores de las frecuencias de mandos a distancia de garajes y de vehículos, llaves maestras para apertura de bombines de vehículos, centralitas electrónicas de automóviles, inhibidores de frecuencia.

Los agentes han intervenido una gran cantidad de sistemas electrónicos y herramientas para la sustracción de vehículos, cuatro armas de fuego con munición, 31 vehículos de alta gama sustraídos, placas de policía de Bulgaria, rotativo policial lanza-destellos, pasamontañas, así como decenas de pasaportes y otros documentos falsificados, 90.000 euros, 800 kilos de hachís y elementos de ocultación de objetos simulando ser botes de productos comerciales. En la operación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Picassent, han intervenido Unidades centrales de investigación de la Guardia Civil, apoyadas por Unidades territoriales de las provincias afectadas y efectivos de la Agrupación de Reserva y Seguridad del Cuerpo.

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