Caen casi un 20% el número de empresas que entran en concurso de acreedores

El número de empresas que entraron el año pasado en concurso de acreedores -antigua suspensión de pagos- en Málaga descendió un 19% respecto al ejercicio anterior y fue el volumen más bajo de los últimos cuatro años. Así se refleja en un informe presentado ayer por la consultora PWC con datos procedentes del Boletín Oficial del Estado (BOE). En 2015 se publicó en este boletín la entrada en concurso de acreedores de 111 empresas en Málaga, frente a las 137 que se contabilizaron en 2014, representando el 2% del total español. Eso implica que el año pasado entró una empresa en concurso cada tres días.

Barcelona, Madrid y Valencia son las provincias que acumulan un mayor número de compañías en crisis, con un 16, 15 y 11% respectivamente del conjunto nacional, y Málaga está en la décima posición, siendo superada, entre otras zonas, por Zaragoza, Vizcaya, Sevilla, La Coruña o Alicante.

La evolución económica se aprecia en los datos estadísticos, aunque el comportamiento ha sido distinto en función de la provincia. Dicen los expertos que Málaga fue una de las primeras provincias en entrar en la crisis -por su alta dependencia de la construcción- y que también ha sido una de las primeras en salir de ella. En este sentido, se puede observar que se alcanzaron las 173 nuevas empresas en concurso en 2012 y, a partir de ahí, el número ha ido descendiendo de forma continua hasta las 111 actuales. En el resto de España el pico se dio, sin embargo, en 2013, un año en el que se disparó el registro de concursos en Madrid y Barcelona, los dos grandes polos, y subió en la mayoría de las principales plazas nacionales. En ese año, pese a que Málaga seguía inmersa de lleno en la crisis, se estaban dando los primeros síntomas de recuperación, como muestra que las empresas concursadas descendieran un 10% entre 2013 y 2012. Desde ese techo de 2012 ha llovido mucho y numerosas empresas han atravesado baches importantes, pero el volumen de las que realmente han entrado en concurso ha caído un 35,8%.

Se han dado dos características. La primera es que, poco a poco, se está reactivando la economía, está aumentando el consumo de los hogares -el año pasado lo hizo en torno a un 3% en Málaga-, las empresas están incrementando sus ventas y vuelven a respirar. Muchas compañías han sobrevivido como han podido durante la tormenta, despidiendo personal y reduciendo costes, se han dedicado a achicar agua y ahora empiezan a ver la luz. También está el otro extremo, es decir, la crisis se ha llevado por delante a miles de compañías y eso es otro motivo de descenso de los concursos, pues hay menos masa empresarial.

Según el informe de PWC, a escala nacional el sector servicios es el que tiene más empresas en concurso, el 25% del total, diez puntos más que hace apenas cuatro años. Es algo lógico si se tiene en cuenta que es la principal fuete de ingresos del país y Málaga es un ejemplo claro, pues su economía depende del turismo. El sector de la construcción y el inmobiliario acaparan, juntos, una de cada tres firmas en el juzgado mercantil. Otro aspecto a tener en cuenta es que la mayoría de firmas que han suspendido sus pagos son pequeñas, algo también lógico en un país en el que el 95% de las firmas son pymes. El 63% de las empresas que se declararon en concurso el año pasado en España tenían menos de dos millones de euros en activo.

En Málaga hay dos juzgados mercantiles y, pese a que la avalancha se ha frenado, siguen sin dar abasto. Hay muchos casos y la tramitación suele ser larga, máxime en empresas con deudas multimillonarias y una larga lista de acreedores. En estos últimos años se han liquidado gigantes con pies de barro como Aifos, Evemarina o Procusan y en 2015 se salvaron de la quema Grupo Vera o Inmobiliaria Echeverría, aunque firmando acuerdos con los acreedores que ahora deben cumplir.