Economía Tormenta en el panorama financiero andaluz

Cajasur rechaza la fusión a última hora y dinamita el proceso con Unicaja

  • El consejo de administración de Unicaja aprobó la unión, pero el de la entidad cordobesa se opuso por un apretado margen y ahora se expone a la intervención del Banco de España · Los sindicatos y las cajas no cerraron el acuerdo laboral

Se esperaba expectación hasta el final pero pocos podían suponer que el resultado iba a ser tan sorprendente. Tras varios meses de negociaciones, el consejo de administración de Cajasur decidió anoche votar en contra del proceso de fusión con Unicaja y solicitar ayudas al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) "como la salida más óptima y solvente para la caja". Hubo 11 votos en contra de la fusión (los seis del Cabildo, cuatro impositores y el representante del sindicato Aspromonte), ocho a favor (políticos y un impositor) y una abstención de un miembro del PP. Dicho de otra forma, Cajasur decide obviar la posibilidad de unirse a Unicaja y abre la posibilidad de dejarse intervenir por el Banco de España, una entidad que ya le había advertido que o se fusionaba con la caja malagueña antes del 21 de mayo [ayer] o intervendría la entidad dirigida por el Cabildo.

La decisión del consejo de Cajasur dinamita, por tanto, el proceso de fusión, al menos tal y como estaba concebido hasta ahora. La entidad cordobesa aseguró pasadas las 23:00 en un comunicado que ha agotado todas las vías de diálogo, al tiempo que ha actuado "en todo momento con absoluta lealtad y responsabilidad a lo largo del ahora frustrado proceso de fusión con Unicaja".

La situación fue dantesca, ya que apenas media hora antes Unicaja también envió un comunicado de prensa en el que se señalaba que su consejo de administración había aprobado el proyecto de fusión -sólo hubo un voto en contra del representante de Comisiones Obreras- y que la aprobación definitiva del proyecto de fusión quedaba "vinculada a la aprobación del mismo por las asambleas generales de las dos cajas, la efectiva materialización e irreversibilidad de las ayudas del Fondo de Garantía de Depósitos, y a la obtención de las autorizaciones administrativas pertinentes". Ese texto se quedó en papel mojado en apenas 30 minutos ante el rechazo de la caja cordobesa a continuar con el proceso.

Las dos entidades habían apostado por tener firmado un acuerdo laboral previo a la aprobación por parte de los consejos de administración y de la convocatoria de la asamblea. No obstante, no era un elemento imprescindible ya que estaba previsto que la asamblea se celebrara a finales de junio y, por tanto, había más de un mes de plazo para sellar el deseado acuerdo. En cualquier caso, al consejo de administración de Cajasur no le convenció esta posibilidad y prefirió anular todo el proceso. Fuentes de Unicaja quisieron dejar bien claro cerca de la medianoche que "esta caja ha cumplido con todos los compromisos pactados con Cajasur" y que "el proyecto de fusión incluye un principio de acuerdo en materia laboral de todos los sindicatos menos Aspromonte [el sindicato mayoritario en Cajasur]".

La negativa del consejo presidido por Santiago Gómez Sierra puso el broche a una jornada que ya de por sí fue esperpéntica. Los representantes sindicales y de las cajas llevaban reunidos desde el miércoles intentando alcanzar un acuerdo laboral que diera luz verde a la fusión hasta el punto que, según decían ayer a última hora, "llevamos 48 horas sin dormir". José Segura, representante de CCOO, aseguró a este diario que había un principio de acuerdo pasadas las ocho de la tarde entre las cajas y CCOO, UGT y Secar. Jesús Barbosa, representante de Secar, indicó que se reunieron con el presidente de Unicaja, Braulio Medel, "que retomó la negociación con urgencia debido a la hora que era porque estábamos en el límite". Barbosa explicó que Medel quería conseguir un pacto verbal entre la caja y los sindicatos que pudiera servir como aval al Banco de España y que posteriormente se trasladaría al papel con más calma. "Sin embargo, cuando estábamos a punto de llegar a un acuerdo se recibió una llamada de teléfono, Medel se ausentó y nos llegó que el consejo de Cajasur iba a pedir ayuda al FROB, por lo que se quedaría todo anulado y ya no habría fusión".

Las caras de desánimo era palpables entre los representantes sindicales que, entre el cansancio acumulado y la perspectiva de que toda la negociación iba a ser en balde, decidieron marcharse pasadas las nueve de la noche de la sede central de Unicaja. "Nos marchamos todos y si pasa algo nos llamarán", afirmaban en ese momento, cuando aún no era definitiva la postura del consejo de Cajasur.

Tanto desde CCOO como de UGT se culpa, por una parte, a las cajas de no haber concretado más un posible acuerdo y a Aspromonte. "Nosotros hemos hecho nuestro trabajo y si la otra parte, que es la que tiene problemas, no quiere, se ve claramente quien no apuesta por la fusión. No podemos hacer más de lo que hemos hecho", precisó Segura, quien lamentó que "Cajasur siempre ha querido seguir a su libre albedrío y eso es lo que le ha llevado a esta situación, mientras que Aspromonte no ha seguido las reglas normales de un sindicato sino que también ha ido a su libre albedrío y en connivencia con la dirección de Cajasur".

"Aspromonte se levantó de la mesa laboral, volvió, se levantó otra vez, volvió... en una negociación enloquecida de última hora intentando conseguir lo que ellos pretendían en su acuerdo. Parecía que todo estaba a punto pero al final todo se ha quedado en el aire", señaló Barbosa, quien confió en que el Banco de España "no haga una intervención demasiado dramática en Cajasur y se pueda buscar otra salida porque Córdoba está volcada con esa caja". Desde Aspromonte se informó que a las 20:00 tenían un acuerdo válido para ellos pero no fue suficiente para el consejo de Cajasur, que quería que el pacto laboral fuera entre todos los sindicatos.

En estos momentos, la fusión de Unicaja y Cajasur está rota aunque aún hay que ver qué es lo que decide el Banco de España. La unión entre la entidad malagueña y la cordobesa hubiera supuesto la creación de un gigante financiero en Andalucía si bien hay que tener en cuenta que el lastre de Cajasur era importante y que el pasado ejercicio tuvo unas pérdidas superiores a los 500 millones de euros, que se podrían triplicar en tres años. La pelota está en el tejado del Banco de España y Unicaja, por ahora, queda al margen.

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