Málaga

Cápsulas de café convertidas en proyecto educativo

Niños con las alfombras creadas por Maida Rodríguez. Niños con las alfombras creadas por Maida Rodríguez.

Niños con las alfombras creadas por Maida Rodríguez. / M. H.

Escrito por

· Leonor García

Redactora

Maida Rodríguez siempre se ha ganado la vida como psicóloga, pero tiene una vena artística incontenible. Fue eso lo que le llevó hace ya tiempo a hacer figuras con las cápsulas de café desechadas. Era su forma de reciclar y amortiguar el impacto medioambiental del ser humano sobre el planeta. Hasta que un día se inspiró en los patrones gráficos de Nielo Muñoz para empezar a crear –con ese material de desecho– alfombras de poco más de un metro con paisajes de Málaga. Entre ellos, el cubo del Pompidou, el mercado de Atarazanas, el del Molinillo, la iglesia del Sagrario, detalles de la Alcazaba.

Maida cedió el resultado de su prodigiosa imaginación y muchas horas de manualidades al colegio público El Gracia, que lo ha transformado en un proyecto educativo para trabajar el conocimiento de rincones de la ciudad, las inquietudes artísticas de los alumnos y el impacto medioambiental de los residuos.

Dentro de esa iniciativa –según cuenta la artista–, el próximo jueves 27 de abril, de 10:30 a 12:30, más de 220 alumnos del centro educativo unirán esas alfombras en una única pieza de unos 25 metros que se desplegará en la calle Alcazabilla, frente al Teatro Romano. Entonces, los alumnos de El Gracia –y los viandantes que quieran– pisarán la obra de Maida en una performance que pretende concienciar sobre el impacto ecológico que dejan los humanos.

“Es una metáfora. Los niños pisarán la alfombra y van a dejar su huella. Es una forma de que se conciencien de que todo lo que hacemos en la vida deja huella. Y cuando la pisen, la obra cambiará, se transformará. Es una forma también de trabajar también lo efímero”, explica Maida, que está encantada, más que con el trabajo de su creatividad, con el contenido que le han dado el colegio y los alumnos a sus alfombras. “Han cogido vida por el trabajo que se ha hecho desde el centro educativo transformando una creación artística en un proyecto pedagógico”, argumenta. Una vez que con su pisada los niños cambien la apariencia de la colorida y singular alfombra, la obra resultante tras la performance será colgada en la fachada del colegio, ubicado en el barrio de La Victoria, de Málaga capital.

Maida aprovechó el color de las cápsulas y los patrones gráficos de Nielo Muñoz para construir sus creaciones. Las puso sobre aislante para parqué y las unió con pegamento de contacto. Relata que contó con el apoyo indispensable de su pareja para hacer realidad esta inquietud creativa, a caballo entre el arte, el reciclaje y el compromiso medioambiental. Después de una década juntando cápsulas de café vacías, ya ha perdido la cuenta de las que ha reciclado, pero estima que “más de 20.000”.

Y todo empezó porque cuando comenzó a consumir este tipo de café, comprendió que se generaba “una contaminación horrible”. Y pensó que tenía que hacer algo para mitigar tanto residuo. “Como seguía tomando café, se me ocurrió contribuir al reciclado de las cápsulas con algo artístico y vi los patrones gráficos de Nielo que me inspiraron”, explica.

El proyecto pedagógico se llama Consumarte. Según cuenta Maida, además de servir para trabajar temas como el conocimiento de la ciudad, el medioambiente o la creatividad, ha contribuido a fomentar la participación y la iniciativa de los niños dado que se ha ido desarrollando en función de lo que proponían los alumnos. “El colegio ha hecho una verdadera revolución en la zona con su trabajo por proyectos”, afirma Maida.

La performance del próximo jueves lleva el lema Pasa, pisa y deja tu huella. Al evento, además de los niños de El Gracia, que serán los indudables protagonistas, han sido invitados colectivos de mayores y de personas con discapacidad para que también dejen su impronta sobre la alfombra. La artista confiesa que está entusiasmada y ansiosa porque llegue el momento en que los niños con sus pisadas transformen su creación. Ese día, los pequeños aprenderán que toda acción que realiza el ser humano tiene sus consecuencias. Y seguro que esa lección no se les olvida...

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