Casa Aranda irrumpe en el entorno Thyssen

La popular churrería del centro regresa a su pasado con la inauguración de un nuevo local decorado al estilo de los años 30

Uno de los cocineros, junto a la máquina de churros.
Uno de los cocineros, junto a la máquina de churros.
Celina Clavijo Málaga

12 de diciembre 2013 - 01:00

Casa Aranda, una de las churrerías con más solera de Málaga, ha emprendido una nueva aventura comercial. Desde ayer, incorporó a su oferta otro negocio, de unos 160 metros cuadrados, en la calle Santos, próxima a Especerías, en pleno centro de la capital. La ilusión de Daniel Ramos Aranda, uno de los administradores, es mayúscula. "Las expectativas son muy buenas. Vimos que teníamos capacidad y decidimos abrir", explicó a este periódico el empresario poco después de subir las persianas.

Aunque la idea de inaugurar una nueva cafetería, según dijo, comenzó a gestarse hace ya algún tiempo, no ha sido hasta ahora cuando ha encontrado "el local adecuado". Aprovechar el impulso económico que al negocio puede aportarles las fiestas navideñas era, destacó Daniel, el principal objetivo: "Queríamos abrir lo antes posible para así aprovechar estos días".

Sus responsables son conscientes de que la oferta hostelera se ha multiplicado en los últimos años en el corazón de la ciudad, pero no creen que ello provoque que sus ventas se vean mermadas. La intención de Daniel es "absorber la clientela del entorno Thyssen". Y es que considera que la tercera cafetería de los Aranda se ha situado en una zona clave para atraer a los visitantes. "Hay mucha afluencia gracias a las calles Compañía y Cisneros. Es un lugar de paso para muchos", apostilló Daniel.

La elevada cifra de consumidores registrada durante la primera jornada es buena prueba de que el éxito será similar al que cosechan desde hace años sus otros dos establecimientos de la calle Herrería del Rey, próxima al mercado municipal Atarazanas. No en vano, sólo media hora después de su inauguración, que ayer tuvo lugar a las 17:00, comenzaron a llegar los primeros clientes, que en su mayoría eran "los de toda la vida". Y con ellos los saludos afectuosos a los camareros más veteranos.

Unas de las más impacientes por conocer el resultado final de la nueva sede de Casa Aranda fueron Rosa y Luisa, que desde hace días sabían con detalle qué día abriría sus puertas. "Hablé con el dueño varias veces para estar al tanto. Nos encanta. Es muy bonito. Les va a ir muy bien porque crean mucho ambiente en el barrio y, además, tienen renombre", afirmaron.

Pedro José Moncada fue otro de los clientes más fieles que no dudó en elogiar a la familia. "Hacen el mejor café de toda Málaga. Espero que continúen la tradición. El nuevo local es muy holgado, fino y elegante", indicó el hombre, que desde hace varios años se desplaza a pie cada mañana desde su casa, ubicada en la calle Eugenio Gross, "expresamente" para tomar su café "por la calidad y el buen servicio" que los camareros ofrecen. Su paladar, matizó, no es "como el de cualquiera". "Soy profesional de la hostelería; empecé con 14 años. En Málaga quedan pocas personas que sepan hacer bien café. Me gusta largo, tipo italiano y con mucha crema", subrayó el cliente.

La decoración, a juicio de la mayoría de los visitantes consultados ayer por Málaga Hoy, es otro de los puntos fuerte del negocio. Antonio Aranda Ramos, otro de los administradores, ha sido el encargado de ella. "Hemos intentado que la estética sea parecida a la de los años 30. Elegimos mesas de mármol porque así fueron las que colocó mi abuelo en la primera cafetería", detalló el responsable. Eso sí, la fachada del local, decorada con luces blancas y amarillas para festejar la Navidad, es provisional, por lo que será sometida a mejoras una vez que culminen estas fiestas.

Los propietarios no tienen miedo, aunque sí "muchos nervios" por la incertidumbre que les genera no saber cuál será la evolución del nuevo negocio, que no perderá su esencia. Saber que la crisis ha pasado de largo es, por el momento, su única tranquilidad.

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