El Ceregumil se expande por todo el continente americano

El laboratorio malagueño Fernández y Canivell, el creador del famoso tónico Ceregumil, se ha marcado como objetivo impulsar su presencia exterior y ha puesto el punto de mira en América. La empresa ya vende sus productos en República Dominicana y EEUU, mientras que en el presente ejercicio ya ha iniciado las exportaciones a Venezuela y prevé entrar en Panamá en septiembre. Juan Carlos García, gerente de la empresa, adelanta además que "tenemos otros países donde ya hemos registrado el producto como México, Argentina, Chile o Costa Rica". No obstante, la llegada a estos últimos países no se producirá de forma inmediata, sino que se demorará, al menos, un año, ya que es necesario sellar acuerdos con distribuidores y establecer los mecanismos necesarios para la exportación.

Los gestores de Ceregumil tienen claro que el mercado exterior es clave, máxime en un momento en el que las ventas de tónicos y multivitamínicos se ha estancado en España por la crisis económica. El laboratorio malagueño también exporta a Portugal, Taiwán, Bélgica o Francia si bien su peso en las ventas es aún reducido (10,5%).

García precisa que no es fácil salir al exterior. En Venezuela, por ejemplo, han tenido que estar cuatro años de trámites administrativos para poder registrar el producto y empezar a venderlo en las farmacias. "En la Unión Europea ponemos muchas trabas al resto de países para que vendan aquí sus productos y luego esos países hacen lo mismo con nosotros", explica el directivo de la firma malagueña. En EEUU, sin embargo, no han tenido tantos problemas. "Allí son más prácticos, no quieren que les mandes miles de papeles sino el producto. Lo cogen, lo analizan ellos mismos y si todo es correcto te dan el permiso y si no, no", puntualiza García, quien señala que se puede comprar Ceregumil y Ceregumil Ginseng en Nueva York, Florida y California. "Somos más conocidos en las zonas hispanas y año tras año vamos incrementando las partidas", continúa.

Fernández y Canivell ha elevado sus ventas un 30% en los dos últimos años hasta alcanzar una facturación de 3,3 millones de euros y en 2011 la previsión es mantenerse. "El mercado está disminuyendo porque este tipo de productos no son considerados de primera necesidad, sino preventivos, y en España no solemos hacer mucho caso a la prevención", afirma García. Este tipo de productos apenas representa el 5% de la facturación de las farmacias en España mientras que en Europa son el 15%.

Fernández y Canivell elabora 14 productos distintos con una treintena de referencias. El último que ha sacado al mercado se llama Mente Activa y frena el envejecimiento del cerebro. "Es un producto único en el mercado y su eficiencia está avalada por la Universidad de Málaga", añade García, quien explica que tienen acuerdos firmados con Biología para hacer estudios. Hace un año empezaron a hacer una investigación conjunta sobre las posibilidades de eliminación del cansancio y la obtención de una sensación de bienestar a través del Ceregumil Vitamix. García adelanta que en septiembre empezarán a vender dos nuevos complejos vitamínicos, aunque prefiere no dar más detalles "porque la competencia te los copia rápidamente".

El futuro de la compañía pasa, según el gerente, por la entrada en nuevos mercados y la creación de nuevos productos. Para conseguirlo, Fernández y Canivell trasladó la empresa el año pasado a una gran nave de 4.000 metros cuadrados en el Parque Tecnológico de Andalucía tras invertir 8 millones de euros. Esa factoría, una de las más modernas de España en la fabricación de líquidos y jarabes, tiene capacidad para producir hasta tres millones de litros, el doble que en su anteriores instalaciones en El Viso.

El Ceregumil es líder en España en el segmento de tónicos reconstituyentes y tiene una cuota de mercado próxima al 4% en otras áreas como los multivitamínicos o los productos para reducir los impactos de la menopausia, entre otros.

Bernabé Fernández, el farmacéutico cordobés que creó un tónico a base de cereales, legumbres y miel en 1907 para intentar salvar a uno de sus hijos enfermos y que, dado el éxito, se empezó a vender en medio mundo bajo el nombre de Ceregumil desde el puerto de Málaga en 1920, puede tener la tranquilidad de que el producto pretende seguir vivo, al menos, otros 100 años.