El Cervantes, de teatro a sala de fiesta

El Teatro Cervantes de Málaga se convertirá el próximo 31 de julio, con motivo del acto de nombramiento del abanderado de la Feria de agosto, en una sala de fiestas improvisada, en la que el patio de butacas será levantado y ocupado por una decena de mesas destinadas a un centenar de comensales que, a lo largo de la noche, degustará un ágape. Esta es la celebración ideada y organizada por la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico para poner en valor esta celebración, que tradicionalmente venía realizándose en el paraje del Castillo de Gibralfaro.

El cambio de escenario viene motivado, según el presidente de este colectivo, Rafael Prado, en la necesidad de "querer acercar el acto lo más posible al centro histórico". "No desechamos volver a hacerlo en el castillo, porque es un lugar ideal, pero es un enclave que tiene sus dificultades de acceso y obligaba a tener un aforo limitado a unas 200 personas", expuso. Precisamente, uno de los beneficios que trae consigo la elección del Cervantes es que la capacidad de asistencia se duplica, hasta alcanzar las 400 personas.

Éstos, que habrán de pagar su entrada, con precios que oscilan entre los 30 y los 50 euros, estarán situados en diferentes puntos, desde las mesas que se colocarán en el patio de butacas, hasta los que ocupen la platea y la primera planta. El presupuesto del evento, financiado íntegramente por la asociación de comerciantes, sobrepasa los 24.000 euros, según Prado, quien confió en que "el pueblo de Málaga entienda lo que estamos haciendo por él".

Prado explicó que el acto de este año va a ser muy innovador. "Va a estar dividido en dos fases. La primera, con la presentación del abanderado, que es Javier Ojeda, y la actuación del coro Peña Axarquía. Después habrá un descanso y se ofrecerá un catering. Y lo que haremos es algo que puede ser histórico, porque se retirará el escenario, que se convertirá en pista de baile y tendremos la actuación del grupo Divinas", comentó.