Cita telemática con el 'endocrino'
Especialistas del Carlos Haya atienden a distancia a pacientes con diabetes de difícil control usando las nuevas tecnologías
Aprovechar las ventajas de las nuevas tecnologías para que el paciente esté bien atendido sin que tenga que desplazarse al hospital. Esa es la filosofía de un programa de medicina a distancia que desarrolla el área de Endocrinología del Hospital Carlos Haya para controlar a un centenar de pacientes con diabetes tipo 1 de difícil control.
La iniciativa requiere una aplicación informática específica en el hospital y que el enfermo utilice un glucosímetro especial. En la Unidad de Diabetes le dan una cita telemática, es decir una fecha en la que el endocrinólogo controlará su caso a distancia. Unas horas antes, el paciente debe medirse la glucosa y descargar los datos a través de internet. Tanto el especialista como el enfermo utilizan claves para garantizar la confidencialidad. El médico analiza luego los datos descargados por el paciente y mediante email o SMS le responde si debe ajustar o no el tratamiento. La unidad tiene un día de consulta de telemedicina a la semana. La teleconsulta tiene una periodicidad mensual y se complementa con una visita presencial al médico cada seis meses.
En este programa se incluyen los casos más inestables. Son personas diabéticas con bomba de insulina, pacientes que además utilizan sensores de glucemia o que se inyectan el fármaco con bolígrafo hasta seis veces al día pero que tienen un mal control.
Según la endocrinóloga Marisol Ruiz de Adana, hay dos perfiles de pacientes. Unos son enfermos muy complejos, que reciben tratamientos caros en los que interesa optimizar el rendimiento. Otros son pacientes jóvenes mal controlados, pero que por sus obligaciones educativas o laborales no pueden desplazarse periódicamente al hospital. "Este programa se basa en lo que llamamos autonomía supervisada. Es como en la autoescuela, que sabemos que en el asiento de al lado va alguien que puede echar una mano", ejemplifica Ruiz de Adana. La ventaja es que los pacientes están controlados por un especialista, pero se ahorran desplazamientos al hospital.
No cualquier diabético puede participar en esta iniciativa. El paciente necesita disponer de un ordenador en casa y tener unas nociones básicas de informática. No obstante, la facultativa comenta que aunque los enfermos más jóvenes les envían hasta fotos, hay otros de hasta 60 años que también están incluidos en el programa.
La unidad del Carlos Haya participa en el estudio Telemed-Diabetes con otros cuatro centros para determinar la eficacia y utilidad de la telemedicina en estos casos.
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