Málaga

Claves de la polémica gasística

El proyecto gasístico que la empresa Repsol abandera desde hace ya casi diez años, y que persigue localizar bolsas de gas entre Mijas y Fuengirola para culminar el proyecto de investigación Siroco, autorizado por el Gobierno central en 2004, ha estado rodeado de polémica casi desde el principio. La batalla política en la que ha derivado la búsqueda de este recurso en la Costa del Sol obliga a aclarar algunas cuestiones sobre este asunto, utilizado como arma arrojadiza entre unos y otros. Este periódico tratará de responder a las preguntas clave de la odisea de un proyecto que está a punto de culminar, si el Ministerio de Industria finalmente lo autoriza, con la perforación del pozo que permitirá salir de dudas sobre si los fondos marinos malagueños contienen ese gas.

1 ¿Los fondos marinos de la Costa del Sol albergan gas o petróleo?

La existencia de petróleo en los fondos marinos de la Costa del Sol está descartada, pero la posibilidad de que alberguen bolsas de gas natural sí está comprobada científicamente. Tres son las características imprescindibles que deben tener el subsuelo marino para albergar este recurso del que España se abastece de otros países. La primordial es que exista una roca madre con alto contenido en materia orgánica capaz de producirlo, rocas con la suficiente porosidad y permeabilidad que permitan su movimiento, y una trampa estructural que actúe de almacén. Y todas ellas parecen darse en los fondos marinos estudiados en Málaga durante la prospección que la empresa llevó a cabo en 2005.

2 ¿Existen cantidades como para que el gas sea explotado?

Hasta que no se perfore el pozo, última fase de este proyecto de investigación que lleva a cabo Repsol, es prácticamente imposible saber si los fondos esconden una reserva de gas lo suficientemente abundante como para que resulte rentable su explotación. Aún así, las posibilidades de localizar bolsas que contengan gas en cantidades suficientes como para que sea rentable explotarlo comercialmente se reducen entre el 10 y el 20% de los casos.

3 ¿Dónde se hará el pozo para comprobarlo?

La filial Repsol Investigaciones Petrolíferas (Ripsa) tiene previsto hacer el pozo a cien metros de profundidad y a una distancia de nueve kilómetros al sur de Mijas y a 12 kilómetros al suroeste de Fuengirola. Una vez asentada sobre una lámina de agua de 165 metros, la plataforma petrolífera que contratará para ello comenzará a perforar el lecho marino. Los primeros 90 metros de la perforación, mediante inyección de agua a presión, tendrán un diámetro máximo de 91,4 centímetros. El resto de la prospección, hasta una profundidad máxima de 1.600 metros, se realizará con una broca giratoria que irá reduciendo su grosor hasta un mínimo de 30 centímetros. que se encargará de hacer de perforar el pozo en unos trabajos que durarán 29 días, prorrogables a 41. Sólo si se halla gas se realizará una prueba de producción que consistirá en quemar el gas natural extraído en una antorcha durante unos cuantos días para que los técnicos evalúen si es o no apto para su comercialización. En ese caso, el sondeo se abandonará temporalmente y se procederá al sellado del yacimiento para una futura explotación.

4 ¿Cuáles son las exigencias impuestas para abrir el pozo?

La declaración de impacto ambiental del sondeo exploratorio, a la que el Ministerio de Medio Ambiente dio el visto bueno en junio de 2011, obliga a Repsol a cumplir a rajatabla una serie de medidas que eviten cualquier tipo de riesgo y que protejan el entorno en el que se llevará a cabo la perforación del pozo. Respecto a la protección ambiental del entorno y de las especies que habitan o transitan en él, la empresa debe contar en todo momento con personal experimentado en la observación de cetáceos y adoptar las medidas necesarias para aminorar el impacto de la contaminación acústica derivada de esta actividad. Para ello, impone a la empresa que desde una de las embarcaciones de apoyo se observe la aproximación de estos animales para reducir temporalmente la actividad hasta que se alejen. También tendrá que hacer un protocolo de muestreo y análisis que permita hacer un diagnóstico de la columna del agua de la zona que se verá afectada antes y después de perforar el pozo y así saber cuál ha sido su evolución a lo largo de las actuaciones del proyecto. Además, el promotor tendrá que elaborar un plan de restitución económica y ambiental para actuar en el caso de que se produzca una explosión de gas y compensar los daños ocasionados sobre los valores ambientales y otros usos de la zona. Incluso se contempla la posibilidad de establecer una fianza, un seguro o un nivel superior de compensación por los posibles daños que se puedan derivar de un accidente de estas características.

5 ¿Cuándo podrá perforarse el pozo de exploración ?

Ripsa sólo está autorizada a llevar a cabo los trabajos entre los meses de febrero y abril para no afectar al turismo, la pesca ni el paso de cetáceos. El principal obstáculo al que se enfrenta Repsol es que el Ministerio de Industria aún no ha dado el permiso a pesar de la cercanía de la fecha prevista, la dificultad de encontrar una plataforma petrolífera disponible y a que los permisos caducan en agosto del año que viene.

6 ¿Qué probabilidad hay de que se produzca un derrame de combustible?

Al tratarse de un pozo exploratorio de gas, la declaración de impacto ambiental concreta que la posibilidad de un derrame de combustible se restringe a la rotura de los depósitos de combustible de la plataforma derivada de un accidente grave que afectase a la integridad de la plataforma, como la colisión de una embarcación, la rotura de los siete depósitos de la instalación o una deflagración de gas. Pero la probabilidad de que esto suceda es de una entre 6,9 millones. En el caso de que se produjese, Repsol cuenta por obligación con un plan interior de contingencias por contaminación marina accidental para adoptar medidas urgentes que palien los efectos sobre la fauna y flora marinas.

7 ¿Cuáles son los riesgos de una explosión de gas durante la perforación?

En cuanto al gas, la probabilidad de que durante la perforación se produzca un blow out o deflagración, que es la que produciría la contaminación del agua con metano, es bastante más pequeña. Según la estimación hecha por Repsol, en el caso de un blow-out catastrófico, la zona afectada por las burbujas de gas se limitaría a un cono invertido con vértice en el fondo del mar y base en la superficie desde donde se dispersaría a la atmósfera. La superficie de mar afectada con concentraciones significativas de metano tendría un radio de entre 200 y 500 metros, aunque debido a la baja solubilidad del metano en agua salina el impacto no sería significativo sobre su composición química.

8 ¿Hay otras explotaciones de gas similares en la costa española?

De confirmarse este hallazgo, la costa de Málaga se convertiría en la segunda de toda España donde la empresa petrolera Repsol disponga de un pozo para extraer tan escaso recurso. Sólo existe uno en Mazagón (Huelva), dentro del parque natural de Doñana, que está siendo explotado desde octubre de 1997 y que será prácticamente igual al que se perforará frente a las costas de Fuengirola y Mijas si al final se explota. Los tres pozos submarinos de gas onubenses están perforados a 132 y a 78 metros de profundidad, respectivamente, y están a una distancia de unos 39 kilómetros desde la línea de costa. Entre los tres proporcionan alrededor de un millón y medio de metros cúbicos de gas al día. La planta Poseidón está situada en tierra a siete kilómetros del mar y se construyó pensando en que los tres pozos tendrían una vida útil de poco más de cinco años y una producción aproximada de 1.715 millones de metros cúbicos de gas natural. Sin embargo, la realidad es que ya han sido extraídos más de 2.000 millones de metros cúbicos.

9 ¿En qué consiste el proceso de extracción y explotación del gas?

La ventaja es que el gas que se extrae de los fondos marinos apenas requiere tratamiento por ser biogénico, es decir, un gas natural seco casi cien por cien metano. Eso significa que únicamente hay que quitarle el agua y el resto de los sedimentos que trae consigo para poder servirlo. Es la función de la planta que tendría que instalarse en tierra y a donde llegaría directamente el gas mediante un sistema de tuberías que partiría desde el mismo pozo submarino. Una vez en la planta y eliminados los restos de agua mediante un proceso de secado, que consiste en enfriar el gas a doce grados bajo cero, poco más hay que hacer. Sólo se le da la presión adecuada para que entre en el gasoducto al que se vierta y odorizarlo para que adquiera su olor característico antes de que entre en la red.

10 ¿Qué deberá hacer Repsol si decide explotar las bolsas de gas?

Los permisos de los que dispone actualmente Repsol solamente son válidos para el proyecto de investigación, por lo que en el caso de que decida explotar el gas tendrá que solicitar unos nuevos.

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