La Clínica de la Encarnación duplicará sus camas con el edificio que inaugura en abril

Las obras de ampliación de la Clínica de la Encarnación están en la recta final. El edificio que se construye justo enfrente del actual emplazamiento está prácticamente acabado y la previsión es que se inaugure después de Semana Santa. Las instalaciones permitirán duplicar las 48 camas que en la actualidad tiene el centro sanitario. Una vez que las nuevas dependencias entren en funcionamiento, se acometerá la reforma del antiguo edificio lo que podrá elevar el total de camas a 150.

Pero el salto no sólo será cuantitativo, sino también cualitativo. La ampliación contará con tres quirófanos inteligentes para consultas on line y en el que todas las pruebas diagnósticas estarán digitalizadas. Las habitaciones dispondrán además de unas pantallas táctiles que serán un ordenador para el disfrute de los pacientes, pero que cuando un facultativo introduzca su tarjeta se transformará en una herramienta de trabajo para acceder a la historia clínica digital a pie de cama.

Con la obra -que ha supuesto una inversión total de 30 millones de euros- la clínica pasará de tener dos quirófanos a disponer de ocho. Las nuevas instalaciones se destinarán a consultas externas, diagnóstico por imagen y área quirúrgica. El antiguo edificio quedará para hospitalización. Ambos estarán conectados por un túnel subterráneo (foto inferior).

Todas las habitaciones serán individuales; 40 estándar y 8 en suite. "El confort va en consonancia con la calidad de los quirófanos", apunta el gerente y propietario del centro, Jesús Burgos. Los quirófanos son los primeros de España que están revestidos de un material antibacteriano. Además, están presurizados para evitar la entrada de gérmenes y llevan todos los equipos suspendidos del techo para que no entorpezcan el desplazamiento de los sanitarios.

Al margen de los quirófanos, la clínica tendrá un hospital de día quirúrgico, con áreas de cirugía ambulatoria mayor y menor, que son las intervenciones en las que el paciente se va de alta en el día. Burgos estima que más del 60% de las operaciones serán de este tipo. Pero también se harán intervenciones de gran complejidad. Por eso, las instalaciones incluyen un quirófano vascular, que es una sala en la que se hacen técnicas en las que no se abre al paciente -como un cateterismo-, pero que puede transformarse en una zona donde operar a corazón abierto sin necesidad de trasladar al paciente a otro quirófano.

Los circuitos del inmueble se han cuidado para optimizar los recursos, minimizar la posibilidad de infecciones, reducir desplazamientos y evitar que se cruce la ropa limpia con la sucia o los familiares con el personal.

2ª